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Obra de María Angélica Medina, cortesía LIBERIA

ARTE

'Afuera el mundo': una exposición sobre la vida interior de los artistas

En el espacio LIBERIA se unen dos artistas de diferentes generaciones, María Angélica Medina y Adriana García, para reflexionar sobre la relación entre el quehacer del arte y lo doméstico.

Revistaarcadia.com
22 de febrero de 2018

María Angélica Medina, artista que nació en Niza y trabaja en Bogotá, ha tejido obstinadamente con agujas e hilo sus obras. Debido a las críticas que tiene sobre cómo debería enseñarse una disciplina como el arte, Medina decidió convertir su hogar en una institución artística desde comienzos de los años ochenta. La particular escena de trabajo de esta artista llamó la atención de Adriana García y Margarita Jiménez, quienes la invitaron a hablar en el Parqueadero del Banco de la República en el marco de un taller llamado ‘Dinastía‘, sobre las fronteras entre lo profesional y lo personal en el arte.

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Las reflexiones que se gestaron durante este conversatorio fueron el origen de Afuera el mundo, una exposición en la que participan tanto Medina como García. Ambas artistas reflexionan sobre el mismo tema, cómo se relaciona el espacio de lo doméstico con el del arte, y expresan su visión del tema. La presentación se da gracias al proyecto LIBERIA que, desde finales del año pasado, ha desarrollado un formato expositivo en el que un artista de larga trayectoria, como María Angélica Medina, expone junto a un artista emergente, como Adriana García. Así se propician diálogos entre diferentes generaciones y concepciones del arte, uniendo a públicos y tiempos.

Para la muestra Afuera el mundo, el primer piso de LIBERIA presenta los tejidos de Medina y, en particular, una obra que, aunque fue hecha en 1981, nunca antes había sido expuesta. En el segundo piso está el trabajo de García: una casa enclenque se tambalea en medio de una sala en donde se proyectan videos y sonidos. Arcadia habló con García sobre su obra.

¿De dónde viene el título de la exposición? ¿Si afuera está el mundo, adentro qué hay?

El título me vino a la mente a partir de la invitación de LIBERIA a hacer esta exposición, a raíz de laboratorio de creación que realicé a finales de 2016 con Margarita Jiménez. En ese espacio discutimos sobre la relación entre arte y familia. Todo surgió de nuestra propia experiencia, sentíamos una tensión entre el desarrollo de nuestras “carreras” y la vida familiar.

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Cuando era más joven sentía que la vida pasaba en alguna parte que no era donde yo estaba, y por eso vivía con afán de salir, porque sentía que me estaba perdiendo de algo. Ahora pasa con más frecuencia que prefiero no salir –o no así con ese afán– para escampar un poco del apocalipsis que a veces me parece ver por la ventana. Uno empieza a reconocer un montón de cosas que pasan ahí donde uno está. Si afuera está el mundo, adentro hay otro mundo.

El título, y la exposición como tal, hace pensar en los límites. ¿Cómo están presentes en su obra?

En este proyecto en particular sí hay una reflexión al respecto. Todas las piezas surgen de esa relación entre lo que pasa adentro y lo que pasa afuera. Hay un reconocimiento de que, en diferentes momentos e intermitentemente, he luchado por unir y, paradójicamente, separar la vida doméstica de mi carrera. Los límites siempre han estado delineados y son visibles, pero las fronteras están más en la mente.

¿Cómo describiría su proceso artístico en cuanto a Afuera el mundo?

Las preguntas sobre esa relación entre mi obra y mi vida siempre habían estado presentes, pero no siempre visibles en mi trabajo. Luego de lo que sucedió durante el laboratorio de arte y familia, y a partir de la invitación a hacer esta exposición, decidí materializarlas. La colección de objetos pequeños encontrados en el piso que llamo “arqueología de superficie”, es algo que ya se estaba consolidando desde hace rato sin saber que iba a ser una obra. El videoclip de la canción lo hice pensando en ese tiempo que uno pasa queriendo hacer algo sin hacerlo. Luego la pieza sonora está compuesta por las cuatro voces de mi casa y la casa de tierra que tiembla es una imagen recurrente con respecto a ese equilibrio entre el afuera y el adentro.

Arqueología de superficie, Adriana García. Cortesía LIBERIA

¿De dónde surge la idea del esqueleto de la casa?

Es la primera imagen que se te viene a la mente cuando te piden que dibujes una casa. La estructura está hecha con tierra que pedí en las demoliciones que tengo al frente y detrás de mi edificio. Es una estructura enclenque pero que se sostiene a pesar de la piedra que tiene debajo y que la hace temblar. Tiene un equilibrio precario pero sólido, como sucede con todo el andamiaje y la logística compleja que sustentan el mundo, el de afuera y el de adentro.

¿Por qué una casa? ¿Tiene algo que ver con “el espacio propio” del que hablaba Virginia Woolf?

Es una casa porque todas las piezas tienen que ver con ese espacio, con lo que pasa adentro cuando uno quiere estar afuera o con lo que pasa adentro como si no hubiera afuera. Siento que encontré un sistema de supervivencia que me funciona para trabajar, vivir y poner a andar todo desde allí.

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Me llama la atención que la casa esté un poco levantada, lo justo para que interfiera con su sombra en el video. ¿Qué buscaba con esto?

La casa está un poco levantada por la piedra que tiene debajo. Fue durante el montaje que encontré esa interferencia entre el objeto y el video y me pareció que funcionaba porque el cielo estaba justo encima. Luego vi que la serie de frases con silencios que aparecen en el video funciona como los pedazos de los pensamientos que podían pasar adentro de esa casa que tiembla.

Exposición "Afuera el Mundo" de Adriana García. Cortesía LIBERIA