Con la aprobación en la Comisión V de la Cámara de Representantes del proyecto ‘Ganadería Sostenible Libre de Deforestación’, Colombia da un paso hacia la consolidación de un sistema ganadero en el que la trazabilidad animal se convierte en una herramienta clave para frenar la pérdida de bosque y garantizar una producción sostenible. La iniciativa, correspondiente al proyecto de ley 261 de 2024 de Senado y 421 de 2025 de Cámara, se plantea como una respuesta institucional frente al aumento del 43 % de la deforestación, según datos del Ideam.

El texto aprobado integra al sector agropecuario con el ambiental para robustecer los mecanismos de control sobre la cadena ganadera. Su objetivo es asegurar que la producción bovina no contribuya a la expansión de la frontera agropecuaria ni a la degradación de los ecosistemas. Uno de los ejes del proyecto es la interoperabilidad entre los sistemas de información agraria, ambiental y catastral, lo que permitirá generar alertas tempranas y una fiscalización más eficiente de la movilización de ganado procedente de áreas de riesgo.

“Lo que buscamos es volver interoperables los sistemas de información que tiene el Estado para tener total trazabilidad del ganado en nuestro país y de esa manera combatir la deforestación que está asociada a la ganadería. Con nuestro proyecto #GanaderíaLibreDeDeforestación Colombia avanza hacia un consumo de carne libre de deforestación”, afirmó el representante a la Cámara del Partido Liberal, Juan Carlos Losada.

El proyecto también fortalece los acuerdos “Cero Deforestación”, que buscan certificar a productores y comercializadores como libres de deforestación, abriendo oportunidades en mercados nacionales e internacionales. Además, establece controles en plantas de beneficio, subastas ganaderas y centros de transformación para consolidar una cadena con origen verificable.

La iniciativa contempla que los ministerios de Hacienda, Agricultura y Ambiente definan en seis meses las fuentes de financiación del sistema interoperable. Con ello se busca fortalecer la gobernanza del territorio, mejorar las decisiones sobre uso del suelo y potenciar una ganadería sostenible que proteja la biodiversidad y genere beneficios económicos para las comunidades rurales.