La primera manifestación en plaza pública del presidente Gustavo Petro tras haber perdido la visa estadounidense ocurrió el viernes 3 octubre en Ibagué. Allí, como es su costumbre, pronunció un fuerte discurso en el que se despachó contra Donald Trump, defendió a Nicolás Maduro e incluso habló en tono electoral al cuestionar la prohibición de la reelección presidencial.

También arremetió contra la empresa Keralty-Sanitas EPS, pese a la orden del Consejo de Estado de no hacer declaraciones ofensivas, al señalar que recibe recursos que “deberían ser del pueblo”.

El tono y las palabras usadas por el presidente Petro fueron en contravía de la recomendación que le hizo la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, quien lo recibió en la Sexta Brigada, antes de su discurso. “Le pedí evitar el lenguaje de odio y violencia. Tenemos profundas diferencias políticas e ideológicas, pero las formas son definitivas”, informó la gobernadora a través de su cuenta de X.

En otra publicación, Matiz agregó que “el Tolima no es tierra de odios” y que en el departamento trabajan con “firmeza, respeto y decencia”. “Nunca incitaremos a la violencia: construimos desde la palabra cumplida y los hechos concretos”.