Por esta época empiezan las proyecciones a cerca del incremento del salario mínimo. Esta decisión no solo es clave para miles de trabajadores que se beneficiarán con ese aumento, sino que se trata de un factor fundamental para el comportamiento de la inflación, toda vez que muchos de los precios de los servicios se indexan directamente.
En los últimos años, se ha venido dando un aumento muy por encima de la inflación, lo que se conoce como incremento real. Aunque el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, dijo recientemente que no hay ningún pronunciamiento oficial sobre un incremento por encima de la inflación del salario mínimo, en diferentes oportunidades, el Gobierno ha señalado que el aumento del salario mínimo para 2026 —el último de su mandato— será, nuevamente, elevado.
Y en la pasada rueda de prensa tras la decisión de la junta directiva del Banco de la República, en una votación dividida, de mantener inalteradas las tasas de interés en 9,25 %, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, reiteró como lo ha hecho en el pasado, que habrá un crecimiento por encima de la inflación.
Dijo que en la discusión del aumento del salario mínimo media una concertación que se va a adelantar en los próximos meses, en donde el Gobierno procurará que haya acuerdos entre el sector empresarial y las centrales obreras.
“Sin embargo, es política general del presidente Petro y del Gobierno estimular un crecimiento del salario mínimo en términos reales por encima de la tasa de inflación. Esta perspectiva se va a mantener, se va a trabajar sobre este mismo esquema y el nivel de incremento definitivo que se concrete se informará oportunamente al país y contará con la decisión también del presidente y de este ejercicio de concertación”, indicó el ministro de Hacienda.
E insistió: “Lo que sí es absolutamente seguro es que vamos a mantener la tendencia establecida en los últimos tres años de hacer un incremento en términos reales del salario mínimo, lo cual significa que estará el incremento del salario por encima del incremento en la tasa de inflación”.
Esto significa que a finales no se romperá una tendencia que viene no solo con la actual administración, sino que también se ejecutó en el Gobierno anterior, de incrementos en varios puntos porcentuales por encima de la inflación.
Por ello, en su último año de mandato, se da por descontado que el Gobierno impulse, de nuevo, el salario mínimo. Sin embargo, aún no se conoce hasta dónde podría llegar y cuál sería su incremento.
Los cálculos del área de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá establecen que, en los últimos cuatro gobiernos, siempre el aumento real (descontando inflación) del salario mínimo legal vigente (SMLV) del año final del mandato fue mayor si se compara con los tres años anteriores. Es más, en el Gobierno anterior, el último ajuste real del SMLV fue casi el doble del promedio de los aumentos realizados en los tres años anteriores.
Teniendo en cuenta que la inflación, con alta probabilidad, cerraría 2025 cerca de 5 %, nivel similar al de 2024 (5,2 %), el punto de partida de ajuste del salario mínimo para 2026 sería el decretado el año anterior de +9,5 %, estima el Banco de Bogotá.
Con esto, pasaría de $ 1.423.500 a $ 1.558.773. Pero el ajuste podría ser mayor. En las proyecciones de esta entidad financiera, incorporando la experiencia del último año de gobierno de Iván Duque, así como los realizados por el actual Gobierno, existe una alta probabilidad de “un aumento desbordado” del salario mínimo, apuntándole a $ 1.600.000 en 2026, consistente con un ajuste de +12,4 %.