La transición energética global enfrenta un punto decisivo: para triplicar la capacidad instalada de energías renovables al 2030, el mundo necesitará multiplicar por seis su capacidad actual de almacenamiento, alcanzando los 1.500 gigavatios, según la Agencia Internacional de Energía (AIE). En este escenario, las baterías se perfilan como un componente tan determinante como los paneles solares y las turbinas eólicas.

Colombia avanza en la misma dirección. Con más de 3 gigavatios provenientes de fuentes solares y eólicas, la diversificación de la matriz energética abre un desafío inmediato: garantizar que esa energía esté disponible cuando la demanda lo exige. “Este avance histórico posiciona al país en la ruta correcta, pero también plantea un nuevo desafío: asegurar que esa energía esté disponible cuando más se necesita”, afirmó Alexandra Hernández, presidente ejecutiva de SER Colombia, durante el Primer Congreso de Almacenamiento Energético.

El almacenamiento —capaz de guardar energía en horas de baja demanda y liberarla en momentos críticos— permitirá optimizar la operación del sistema, reducir restricciones y aportar servicios esenciales como regulación de frecuencia y respaldo ante contingencias. Las experiencias internacionales refuerzan su importancia: California supera los 46.000 MWh instalados; Texas ya cubre el 2,5 % de su consumo diario con baterías; y Chile lidera en la región con más de 1.100 MW.

En Colombia, la discusión regulatoria avanza. La Resolución CREG 098 de 2019 abrió el análisis técnico y un nuevo proyecto de resolución busca definir los mecanismos para integrar de manera formal esta tecnología al Sistema Interconectado Nacional. Para Hernández, el momento es crítico: “El almacenamiento es clave para construir un sistema eléctrico más resiliente, confiable y sostenible”.

El Congreso también destacó referencias internacionales. José Antonio Vargas Lleras recordó que países como India y México ya imponen obligaciones de almacenamiento a proyectos solares y eólicos. En la misma línea, Álvaro Pérez, de AFRY, señaló que con 4,8 GW solares adjudicados en la subasta de cargo, “el complemento natural de esa energía es la batería”.

El encuentro concluyó que Colombia ya no debate si necesita almacenamiento, sino cómo implementarlo con rapidez y eficiencia para acompañar su crecimiento renovable.