El sistema de salud colombiano atraviesa una profunda crisis estructural marcada por problemas financieros, administrativos y de acceso. Varias EPS han sido intervenidas o liquidadas por no garantizar la atención oportuna a los pacientes, mientras hospitales públicos enfrentan deudas millonarias que dificultan su operación.

A esto se suma la preocupación por la sostenibilidad del modelo actual, donde el Estado transfiere grandes recursos a intermediarios que no siempre priorizan la salud sobre el lucro.

El 60% de los hospitales públicos presenta riesgo financiero alto o medio, lo que limita su capacidad para operar con normalidad y prestar servicios adecuados. | Foto: El País

La falta de medicamentos, las demoras en tratamientos especializados y la inequidad en la cobertura, especialmente en zonas rurales, agravan la situación. Todo esto ha generado alarma entre usuarios, profesionales y expertos, que temen un colapso del sistema si no se implementan reformas que garanticen eficiencia, dignidad y acceso universal.

Tras este declive en el sistema, este se ha transformado y los usuarios han migrado hacia nuevos servicios, como por ejemplo, el de la medicina prepagada. Esto con el fin de no quedar desprotegidos y tener la garantía de acceder a medicina de buena calidad.

De acuerdo con un informe de Fasecolda, reseñado por la República, el año pasado se registraron 3,8 millones de usuarios de medicina prepagada y ahora se espera que, para finales de año, haya aproximadamente 4,25 millones de afiliados. Esto significa que este año aumentarían unos 450.000 usuarios más.

Las deudas a clínicas y hospitales superan los 20 billones de pesos, lo que ha llevado a cierres de servicios, despidos de personal médico y retrasos en tratamientos. | Foto: AlexRaths

La entidad precisa que la medicina prepagada es una de las preferidas en los servicios adicionales de salud, con un 5,18% de participación. Le siguen los seguros adicionales en salud con un 31,9%. Son cerca de 19 empresas las que ofrecen al menos uno de estos cuatro servicios.

El informe reporta que el gasto privado en medicamentos se ha disparado y ahora la ciudadanía ha tenido que destinar una mayor parte de su bolsillo para ello. En 2021 gastaban 7,6 billones en medicamentos.

Persisten las demoras en citas con especialistas, con tiempos de espera que en algunos casos superan los tres meses, especialmente en zonas apartadas.

En 2024 la cifra subió a 9,5 billones de pesos, lo que significan 2 billones más para la ciudadanía.