La producción de caña de azúcar en el Valle no solo ha sido la base de una gigante industria del azúcar, sino también el origen de otros negocios como la fabricación de alcohol y de derivados químicos. Justamente, en 1966 la necesidad de los ingenios azucareros de usar la melaza para producir alcohol los llevó a unirse con el Instituto de Fomento Industrial para crear Sucroquímica Colombiana, empresa que en 1971 cambió de nombre a Sucromiles, cuando la estadounidense Miles Lab adquirió 51% de las acciones.

Esta multinacional trajo la tecnología para producir ácido cítrico y otros insumos químicos a partir de caña. Ese ácido es uno de los principales aditivos alimentarios, se usa como conservante, antioxidante, acidulante y saborizante de golosinas, bebidas gaseosas y otros alimentos. También es usado en la industria farmacéutica, para lograr efervescencia y sabor, así como anticoagulante de la sangre.

En su producción, Sucroal consume al año 44.000 toneladas de caña de azúcar. | Foto: Getty Images

Con Miles Lab también empezaron a producir ácido acético y vinagre. Así comenzó su operación la actual Sucroal, el único fabricante de estos insumos en el país, el cual cuenta con tres plantas en un complejo industrial en Palmira. Aunque compiten con importados, su ventaja es que sus ácidos, sales especializadas y vinagres se hacen con materia prima que no ha sido modificada genéticamente (caña de azúcar), mientras que los que vienen del exterior se hacen con fructosa de maíz o yuca.

En su producción Sucroal consume al año 44.000 toneladas de caña y su negocio está dirigido a otros industriales que usan sus insumos para fabricar diferentes productos. “El 95% del vinagre que se vende en el país lo hacemos nosotros, no tenemos una marca. Le vendemos a firmas como Colombina o La Coruña”, explica Mauricio Velásquez, gerente general de Sucroal, quien agrega que los insumos que hacen en sus plantas de Palmira también se usan como solventes para mezclas flexográficas o como plastificantes. Igualmente, se utilizan para la fabricación de algunos fertilizantes líquidos o para producir comida para animales.

Sucroal, que actualmente pertenece a la Organización Ardila Lülle y emplea a 541 personas, exporta a 32 países, principalmente ácido cítrico y citratos (que son sales especializadas), así como solventes plastificantes y ácido acético natural. El año pasado 42% de su facturación correspondió a ventas externas.

Velásquez señala que en el mundo se producen 2,5 millones de toneladas métricas de ácido cítrico, de las cuales 1,6 millones son provistas por China. En Sucroal, por su parte, producen 34.000 toneladas y con ellas atienden el 65% del mercado nacional.

Crece la demanda

La producción de etanol es otra de las grandes industrias derivadas de la caña.

Esta compañía vallecaucana se ha beneficiado de la creciente demanda por vinagre, insumo al que cada vez se le atribuyen más beneficios, lo que ha aumentado su consumo en los hogares, igualmente la industria de alimentos está comprando más vinagre para la producción de salsas.

Los directivos de Sucroal tienen la meta de seguir aumentando sus exportaciones para que en dos años estas representen 54% de su facturación. Velásquez explica que quieren aprovechar la coyuntura que se ha dado tras las complicaciones de comercio entre China y Estados Unidos, lo que ha llevado a que muchos productores del país del norte ahora prefieran buscar proveedores que estén más cerca (nearshoring), lo que es una ventaja para la industria colombiana.

“Nuestra megameta para 2027 es duplicar la facturación y llegar al billón de pesos (el año pasado vendieron alrededor de 700.000 millones), eso implica crecer en producción de ácido cítrico, plastificantes y solventes, así como también importar productos para atender a algunas industrias, en particular traer almidones, edulcorantes y fibras”, dice la cabeza de esta compañía.

Para lograr su meta tienen planeadas inversiones de 16 millones de dólares este año, las cuales incluyen ampliación de sus plantas (en las tres actualmente tienen una capacidad de producción de 100.017 toneladas por año) y la búsqueda de mayores eficiencias energéticas.