En Colombia, un número importante de ciudadanos continúa por fuera del sistema financiero formal. De acuerdo con cifras de Banca de las Oportunidades, cerca del 25% de los adultos -unos 9,8 millones de personas- nunca han tenido un producto de crédito, lo que limita su acceso a oportunidades como préstamos de vivienda, educación o emprendimiento.

Ante este panorama, especialistas en finanzas personales coinciden en que el primer paso para iniciar una vida crediticia responsable es entender la propia realidad económica. Conocer cuánto se gana, cuánto se destina a gastos y cuánto se puede comprometer sin afectar la estabilidad es, según expertos de la plataforma Bravo, el punto de partida para cualquier decisión financiera informada.

La construcción de una vida crediticia responsable empieza con hábitos simples como pagar a tiempo y controlar gastos. | Foto: andrey

Llevar un control básico de ingresos y gastos es el primer paso para construir un historial crediticio confiable. Entre las recomendaciones más comunes para quienes desean empezar a construir historial está optar por productos sencillos, como tarjetas de crédito con cupos bajos o pequeños créditos de consumo, siempre utilizados con moderación. También se sugiere aprovechar alternativas que reportan al sistema financiero sin requerir endeudamiento excesivo, como algunos servicios públicos o planes de telefonía.

La constancia es otro elemento clave. Pagar a tiempo, usar solo una parte del cupo disponible y evitar abrir varias líneas simultáneamente contribuye a mantener una buena calificación. Revisar periódicamente el historial -al menos una vez al año- permite detectar errores o posibles fraudes que puedan afectar la reputación financiera.

Por el contrario, los pagos tardíos, el uso excesivo del cupo o el cierre de cuentas con buen comportamiento histórico pueden deteriorar el puntaje crediticio y dificultar el acceso a futuros préstamos.

Los jóvenes están aumentando su participación en el sistema crediticio, impulsados por mayor educación financiera. | Foto: Olga Yastremska, New Africa, Africa Studio

En los últimos años, según el estudio de Bravo, se ha mostrado un creciente interés de los jóvenes por vincularse al sistema financiero. Datos recientes indican que la participación en productos de crédito aumenta del 28% a los 18 años al 63% a los 30, con niveles de cumplimiento que igualan o superan el promedio general. Esto refuerza la importancia de impulsar la educación financiera desde edades tempranas y facilitar herramientas que apoyen la construcción de historial.

Finalmente, los expertos insisten en que la vida crediticia se edifica día a día. Acciones sencillas, como pagar puntualmente, llevar control de los gastos y destinar una parte del ingreso al ahorro, pueden traducirse en un perfil financiero más sólido.