En Colombia nuevamente hay nerviosismo ante los anuncios de la jefe de la cartera de Minas y Energía, pues esta vez Irene Vélez dijo que el Gobierno nacional ha tomado la decisión de no autorizar nuevos contratos de exploración de petróleo y gas en Colombia.
El anuncio lo hizo durante el panel ‘Los diferentes caminos hacia la transición energética’, que se lleva a cabo en el Foro Económico Mundial, el cual tiene lugar en Davos (Suiza). La ministra Vélez aseguró que los importadores de carbón muy pronto “ya no van a estar importando” y de esta manera el Gobierno necesitará generar una economía alternativa.
Y es que precisamente sobre este último punto de generar “economía alternativa” hay un riesgo inminente, pues según el presidente de la Asociación de Petróleo y Gas, Francisco Lloreda, hay repercusiones negativas en todos los ámbitos económicos en el país, como la falta de ingresos de divisas. Por eso, ante este panorama, queda una pregunta en el aire: ¿de dónde saldrá la sustitución del ingreso de estas divisas para el país?
“La industria de hidrocarburos es fundamental para la estabilidad económica del país, la financiación nacional y la de los departamentos y municipios. Cerca del 40% de las exportaciones dependen de este sector, el 20% de los ingresos fiscales de la Nación y el 76% de las regalías”, aseguró la Asociación de Petróleo y Gas.
El presidente de la República, Gustavo Petro, ha manifestado en diferentes oportunidades que es posible reemplazar las divisas del petróleo por el turismo, esto porque el Dane reportó cifras sobre un panorama en el crecimiento del turismo extranjero, llegando al 178 % de aumento en 2022, en comparación con 2021.
“Sigue el rebote de la economía colombiana con gran aliento. Entre las cifras no analizadas, un crecimiento del turismo extranjero de cerca del 178 % respecto al año pasado. El turismo será el gran oferente de divisas en el corto plazo de Colombia”, explicó Petro en un trino.
Por otra parte, Lloreda aseguró que, si bien se debe dar la discusión para buscar alternativas para evitar los efectos negativos del cambio climático en el mundo, no es cierto que al suscribir los contratos de exploración de petróleo y gas en Colombia ayude en gran medida a evitar las emisiones del efecto de gas invernadero.
“Colombia aporta el 0,37% de los Gases de Efecto Invernadero del planeta. De ahí que el presidente de la República haya reconocido que es un aporte insignificante. De estos, el 59% lo produce el sector agrícola y ganadero, la deforestación y el mal uso de la tierra. El 31% está asociado a la generación y consumo de distintas fuentes de energía, siendo más significativo el transporte con 12%”, explicó.
La actividad de exploración y producción de petróleo y gas aporta menos del 1% del total de las emisiones del país. Por esta razón, y según argumenta la entidad, no suscribir nuevos contratos de exploración destruye a cuenta gotas una industria fundamental, no hace diferencia en la crisis climática global y empobrecerá a Colombia.
Por su parte, el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, en el mismo Foro Económico Mundial, señaló que es necesario continuar la exploración y producción de petróleo y gas natural, y que ello no es incompatible con avanzar en la transición energética del país y de la empresa.
Es de recordar que el Gobierno nacional afirmó el año pasado que sometería la decisión de suscribir o no nuevos contratos de exploración a un estudio del potencial hidrocarburífero del país, de un análisis de los contratos de exploración y producción suscritos, y del tiempo que Colombia necesitará de la industria para su diversificación exportadora, y la sustitución de ingresos fiscales y de regalías.
Según la Asociación de Petróleo, dicho estudio no existe: “han elaborado análisis someros que no incluyen el componente macroeconómico y fiscal, el de financiación de las regiones y transformación productiva, en especial, en las zonas petroleras”.
Por su parte, Lloreda hizo una reflexión en diálogo con SEMANA y manifestó: “La energía mueve al mundo y el petróleo y gas, independientemente que nos guste o no, va a continuar cumpliendo un rol muy importante. Incluso los pronósticos más ambientalistas señalan que al 2050 el 70 % de la energía del mundo continuará dependiendo de los combustibles fósiles. Entonces, la pregunta que uno se hace es: ¿Por qué debe Colombia sacrificar su autosuficiencia y soberanía energética sin ninguna necesidad? ¿Queremos terminar dependiendo del petróleo y gas extranjero? ¿Es lo que más le conviene a Colombia?”