Una de las críticas más fuertes que han recibido las jornadas de días sin IVA en Colombia es que la iniciativa amplía las brechas sociales que hay en el país, pues las personas de más altos ingresos son las que más bienes adquieren.
Un claro ejemplo de lo anterior es que las personas que ganan más de seis salarios mínimos en Colombia fueron las que hicieron 49 % de las compras durante la jornada, según un reporte hecho por Bancolombia.
Según el reporte, las personas que ganan más de diez salarios mínimos al mes fueron los que más compras hicieron en el día sin IVA, con 35 % de las transacciones, seguidos por quienes ganan entre dos y seis salarios mínimos, con 27 % de las compras.
En tercer lugar se ubicaron quienes ganan entre seis y diez salarios mínimos, con 14 % de las ventas, mientras que los que ganan menos del mínimo hicieron 12 % de las compras y quienes obtienen ingresos entre uno y dos salarios mínimos participaron con 11 % de las ventas.
El promedio de las compras de las personas que ganan menos de un salario mínimo fue de $ 173.673, mientras que de los que ganan entre uno y dos mínimos fue de $ 178.188 y el quienes ganan entre dos y seis mínimos fue de $ 199.923. En contraste, los que ganan entre seis y diez mínimos gastaron en promedio $ 230.687 por compra, mientras que quienes ganan más de diez mínimos gastaron $ 336.334.
Es por estos problemas de inequidad que generan las jornadas sin IVA que la comisión de expertos tributarios que instaló meses atrás el Gobierno recomendó eliminar la medida.
“Los días libres de IVA pueden ser inequitativos ya que comúnmente brindan una mayor ganancia a los hogares más ricos y pueden socavar el cumplimiento tributario en general, ya que crean la impresión de que el IVA es un mal del cual es bueno estar excluido, al menos por algunos días al año”, dice el informe de los expertos.
El informe hecho por Bancolombia también reveló que las personas entre los 31 y 50 años fueron los que más compras hicieron en la segunda jornada del día sin IVA con 51 % de las transacciones, seguidos por los mayores de 50 años con 25 % y los jóvenes entre 19 y 30 años con 23 %.
Al mirar el comportamiento de los compradores por género, las mujeres participaron con 47 % de las compras, gastando en promedio $ 197.000 por transacción. En cuanto a los hombres, estos aportaron 53 % restante de las compras con adquisiciones promedio de $ 251.000.
Sacrificios tributarios
Según cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), los tres días sin IVA en 2020 dejaron ventas estimadas en el sector comercio de $ 13,9 billones, aunque el Gobierno dejó de recibir $ 351.000 millones correspondientes a los impuestos que no se cobraron.
“A partir de la información del reporte de ventas con exención de IVA entregada por los responsables del impuesto por las tres jornadas, se estableció que el costo fiscal de dicha exención ascendió a $ 351.000 millones a precios de 2020. No obstante, las cifras de las ventas totales del sector comercio en los tres días demuestran que no solo se incrementaron las compras en los bienes cubiertos por la medida, también las de productos que no estaban cobijados con esta”, señala la DIAN.
De acuerdo con los cálculos del Ministerio de Hacienda, los tres días sin IVA en 2021 harán que el Gobierno deje de recibir $400.000 millones, mientras que en 2022 la cifra ascenderá a $ 1,1 billones.
“A pesar de que los datos gubernamentales indican que esta práctica no conllevó a sacrificios tributarios e incrementó el consumo, no recomendamos a la DIAN a renovar esta práctica una vez finalizada la crisis económica y sanitaria, debido a que los días sin IVA pueden generar desigualdad, disuadir el cumplimiento de la ley y distorsionar el funcionamiento eficiente del mercado”, dice el informe de la comisión de expertos tributarios.
Los expertos también consideran que los días sin IVA generan un aplazamiento en el consumo de los hogares, los cuales esperarán hasta estas fechas para llevar a cabo sus compras.
“Una vez que la economía regrese a niveles prepandemia las personas podrán comprar sus bienes con o sin IVA, entonces lo que podría pasar es que van a esperar a los días sin IVA para hacer las compras y esto desmejoraría las ventas en los días anteriores o posteriores a los días sin IVA. Es una medida de reactivación muy buena que no debería ser permanente”, explicó el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte.