El dólar inició la cotización de este 29 de septiembre en un precio de $3.895, lo que significó una baja de $13 frente a la tasa representativa del mercado definida por la Superfinanciera para hoy, que se ubica en $3.908.
En cuanto a los movimientos de la moneda, esta registra hoy un comportamiento volátil, teniendo en cuenta que el precio máximo al que llegó durante los primeros minutos es de $3.897. Por su parte, el precio mínimo de la divisa hasta ahora es de $3.887. El precio promedio es de $3.891.
En cuanto a las transacciones del dólar, el volumen negociado hasta el momento se ubica en 32,88 millones, registrando además un volumen promedio de 438,40 millones.
A nivel global, el índice del dólar, que compara la divisa americana con una cesta de otras 6 monedas, hoy registra un comportamiento a la baja, pues registra una variación de 0,34 % llegando a las 97,490 unidades.
El liberalismo económico de EE. UU., puesto a prueba bajo el gobierno de Trump
La tradición de libre mercado de Estados Unidos está puesta a prueba bajo el mandato del presidente Donald Trump, cuyo gobierno ha buscado en las últimas semanas adquirir participaciones en todo tipo de empresas privadas.
La Casa Blanca está actualmente en conversaciones para tener acciones en Lithium Americas, como parte de la renegociación de un préstamo del Departamento de Energía que tenían la compañía canadiense de explotación de litio y General Motors, según informó esta semana un funcionario de la administración Trump.
Esta iniciativa tiene lugar tras los recientes anuncios de Trump sobre participaciones gubernamentales en el gigante de semiconductores Intel, y en la empresa de tierras raras MP Materials.
Trump también se aseguró una “acción de oro” para el gobierno estadounidense en el grupo metalúrgico US Steel como condición para su venta a la japonesa Nippon Steel. Esta acción preferente le otorga al Ejecutivo poder de veto perpetuo.
La Casa Blanca describió estos acuerdos como una bendición para los contribuyentes, que atribuyó a la capacidad de negociación de Trump, al tiempo que aseguró que la gestión diaria quedará en manos de las empresas y no del gobierno.
Sin embargo, los defensores del libre mercado expresaron su preocupación por una tendencia que consideran perjudicial para la fortaleza del sistema estadounidense.
“Daña la competencia”, comentó Fred Ashton, de la oenegé de defensa de ideas conservadoras American Action Forum, quien cree que la intervención gubernamental favorece a algunos grupos en detrimento de otros con menos conexiones políticas.
En Estados Unidos, el gobierno establece las normas que rigen al sector privado, pero en general luego se mantiene al margen, dejando que las empresas respondan a las señales del mercado.
Según el Wall Street Journal, la Casa Blanca utilizó hace poco su “acción de oro” en US Steel para mantener abierta una planta de acero en Illinois.
“Sabemos que al presidente le gusta ganar, así que el gobierno no puede permitir que (algunas) empresas quiebren”, dijo Ashton.
Pero Charles Elson, de la Universidad de Delaware, criticó la intervención de la Casa Blanca.
“El gobierno no se dedica a elegir ganadores y perdedores”, afirmó. “Es necesario dejar que un ejecutivo de la empresa determine el mejor uso del capital”.