El encarecimiento del café, debido a los altos precios internacionales que este año rondan los 4 dólares por libra y a las distorsiones del comercio provocadas por la política arancelaria de Estados Unidos, ha llevado a que se tema una posible triangulación de café brasileño, que es más económico, para importarlo y hacerlo pasar como colombiano.
Ante este temor, que de hecho fue alertado por la misma Federación Nacional de Cafeteros, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, anunció que su despacho trasladó un oficio a su colega de Comercio para que revise el tema con el fin de acotar las importaciones de café. La idea es poder determinar quién está importando y cuál es el destino de dichas compras.
“¿Por qué hay una preocupación? Bueno, es que la incertidumbre comercial en el mundo impuesta unilateralmente por los Estados Unidos genera unas distorsiones en el mercado. La imposición de aranceles al café de Brasil hacía inevitable que el café de ese país tuviera incentivo para entrar acá. Lo que no queremos es que se haga esa triangulación”, aseguró Carvajalino, tras realizar la instalación del 94 Congreso Nacional Cafetero, principal encuentro institucional del gremio en Bogotá.
La ministra aclaró, sin embargo, que Colombia ha tenido una importación estable de café para su consumo interno, pero como esta se incrementó, por eso hicieron la solicitud de revisión a la cartera de Comercio.
Cifras de la Asociación de Exportadores de Café (Asoexport) indican que las importaciones desde Brasil fueron de 323.239 sacos de 60 kg en los primeros siete meses del año, lo que implica una caída acumulada de 4 % anual, pero si se ve solo julio se registra un repunte de 141% interanual. Las importaciones de todos los orígenes sumaron 540.803 sacos de 60 kg entre enero y julio de 2025, un aumento de 7,3% frente al mismo periodo de 2024.
Carvajalino descartó solicitar la imposición de salvaguardias, como ha ocurrido con otros cultivos como el arroz. Explicó que el gobierno de Trump ya desmontó los aranceles para el café, por lo que actualmente todos los productores vuelven a enfrentar una tarifa del 0 %. “Así, vuelve a normalizarse el mercado y nosotros volvemos a quedar en la situación que teníamos”, reiteró.
Su idea es que se adopten medidas para garantizar que el café importado tenga un uso claramente definido y no se destine a exportación o a mezclas que comprometan la calidad y la especialidad del grano colombiano. Confía en que, con estas acciones y la normalización del mercado, las importaciones disminuirán.
La nueva ‘roya’
En la instalación del congreso gremial, Germán Bahamón, presidente de la Federación de Cafeteros, destacó el crecimiento de la producción y de las exportaciones, las cuales llegaron a 14,8 millones de sacos al final del año cafetero (que termina en septiembre). Ese es el dato más alto en 33 años. Así mismo, las ventas externas alcanzaron 5.500 millones de dólares, algo nunca antes registrado.
No obstante, advirtió que la violencia sigue siendo una “preocupación superlativa” para el sector, dado que hoy afecta a todas las regiones cafeteras. “La producción del año ha implicado la entrega de 24 billones de pesos en 611 municipios de 23 departamentos y sacar ese producido hoy genera riesgos enormes, no solo por la extorsión, que es la nueva roya del cafetero, sino porque sacar el café a los puertos en departamentos como Nariño y Cauca, cada vez es más complicado”, aseguró.
Bahamón insistió en que las mulas que transportan café están siendo robadas y por eso, ahora deben ser escoltadas por la Fuerza Pública. Por eso insistió en la urgencia de mejorar la seguridad en el campo.