Es claro que los colombianos están sintiendo que les está costando más adquirir los productos de la canasta familiar, en parte, porque los gastos básicos, como el alojamiento y la comida, se han encarecido, según lo confirmó el DANE, que en septiembre registró una inflación de 5,18 % en Colombia.
De manera individual, en el noveno mes del año, el indicador estuvo por encima de todo pronóstico. Mientras el consenso en el mercado le apuntaba a una variación de los precios al consumidor de 0,26 %, superior al 0,19 % de agosto, el resultado mensual estuvo en 0,32 %.
Con esas estadísticas, el Ministerio de Hacienda, que en la junta del Banco de la República se muestra en desacuerdo con la posición de los integrantes del equipo de política monetaria en el país, salió a expresarse sobre el dato de inflación en Colombia en septiembre.
Desde la perspectiva de la cartera de finanzas públicas, liderada por Germán Ávila Plazas, “hay una moderación en los precios”.
Para el Ministerio, tanto la inflación anual a septiembre de 2025, que fue de 5,18 %, lo que está por debajo de la de igual periodo de 2024 (5,81 %), como la inflación del año corrido, hasta el noveno mes de este año, que fue de 4,55 % están por debajo de sus referentes.
No obstante, la cartera de las finanzas públicas no se refirió a lo sucedido de manera aislada en el mes.
¿Qué dicen los analistas?
Salario mínimo y situación fiscal.
Los analistas, además de poner el foco en el mes y analizar las señales a futuro, previendo que sigue un periodo de alta demanda de bienes y servicios y de otras realidades que hay en el panorama, muestran preocupación con lo que vendría con la inflación para el resto del año.
Credicorp Capital, por ejemplo, firma de comisionistas de bolsa, señala que “las expectativas de inflación del mercado consolidarán la tendencia alcista observada recientemente, hecho que tiende a apuntalar el enfoque cauteloso de la mayoría de los miembros del Directorio de Banco de la República”.
Para ello, argumentan que circunstancias como la expansión fiscal, el ritmo de la demanda interna en el primer semestre de este año, que va en 4,4 % en su dato anual, y el riesgo de otro aumento de dos dígitos del salario mínimo el próximo año podrían mantener la inflación en niveles “incómodamente altos en el futuro”, afirmaron. En consecuencia, como esta variable es indexada a otros costos para los hogares, se convertirán en un factor de riesgo clave.
Por su parte, los analistas del Banco Itaú confirmaron que, por tercer mes consecutivo, ha sorprendido al consenso del mercado. Prevén que octubre también seguirá al alza. Para el dato anual esperan que la inflación sea de 5,4 %-5,5 %. Es decir, no se bajará de los alrededores del 5 %, lo que evidencia que la llegada a la meta del Emisor, que es de 3 %, se demorará. “En el último tramo del año, las presiones sobre precios de alimentos y gas harán que el IPC se mantenga por encima del 5 %”.
Con ello, en el Banco Itaú estiman que la vara queda alta para el Banco de la República en relación con el momento de recortar la tasa de política monetaria. Por ello, estiman que, no solo se mantendría estable en lo que resta de este año, en un 9,25 %, sino que solo bajaría a un 8,25 % a finales de 2026.
Al fin de cuentas, más allá de los números, quienes sienten el golpe en el bolsillo son las familias, cuando van a los supermercados o a utilizar los servicios que requieren para su hogar.