Durante el gobierno de Iván Duque se realizó una fuerte apuesta de inversión en lo que se denominó como “economía naranja”, es decir, las actividades culturales y recreativas como dinamizantes claves del Producto Interno Bruto (PIB).

En años anteriores, la promoción de algunos eventos de grandes artistas en el territorio nacional, como Harry Styles, Dua Lipa y Coldplay, ha generado buenos recaudos para las arcas de la economía colombiana; de hecho, según cifras del Dane, el valor agregado del área de las Artes y Patrimonio superó los 1,6 billones de pesos en 2021, cifra que representa el 12,1 % del valor agregado de la Cultura y la Economía creativa en Bogotá. Además, el valor agregado de las industrias culturales convencionales superó los 2,7 billones de pesos y las creaciones funcionales superaron los 9,4 billones de pesos.

Cabe recalcar, además, que esta clase de actividades se vieron apalancadas por la Ley 1493 de 2011, cuyo objetivo es: “Reconocer, formalizar, fomentar y regular la industria del espectáculo público de las artes escénicas; así como democratizar la producción e innovación local, diversificar la oferta de bienes y servicios, ampliar su acceso a una mayor población, aumentar la competitividad y la generación de flujos económicos, la creación de estímulos tributarios y formas alternativas de financiación”.

Algunas de estas cifras son contabilizadas a través de la Cuenta Satélite de Cultura y Economías Creativas, la cual investiga anualmente el comportamiento económico de las actividades de este sector, sin embargo, durante esta semana, el economista, Camilo Herrera, dio a conocer su balance sobre este sector.

Camilo Herrera, Fundador de Raddar. | Foto: Karen Salamanca

“En el gobierno de Iván Duque, el PIB creció 12,19 % y el PIB ‘Naranja’, 60,46 %”, publicó Herrera en su cuenta en la red social Twitter, en la que además aclaró que en el PIB de 2021, la participación fue de 2,3 %, mientras que, para mediados del año 2022, esta cifra ya se había incrementado hasta un 3,23 %, lo que Herrera explicó a través de algunos elementos fundamentales:

Crecimiento del "PIB Naranja" durante los años 2021 y 2022- | Foto: DANE

“El crecimiento de este sector tiene por lo menos tres factores fundamentales: la gente en el mundo entero cada vez gasta más en entretenimiento, hubo una política pública enfocada en esto (con todos sus defectos y limitaciones) y los costos crecieron poco”, aseguró Herrera.

Este comportamiento se evidenció además en números muy positivos, debido a que, durante la época de la pandemia, el gasto de los colombianos en esta industria se vio claramente reducido, pero durante los años 2021 y 2022, cuando se empezó a retomar este consumo a nivel nacional, la economía naranja se vio beneficiada por el bajo incremento que presentó sus precios al consumidor respecto a lo que ocurrió en otras industrias.

Esta apuesta ha visto sus dividendos no solo en el campo económico, el arte y la cultura colombiana son cada vez más apreciadas alrededor del mundo, y la producción de este sector se ha visto cada vez más robustecida con el fin de forjar el talento nacional. Así, a pesar de que las proyecciones apuntaban a un crecimiento más alto en un principio, la inversión acabó arrojando resultados positivos gubernamentales y sociales, e incluso podría traer más en un futuro.

Ahora bien, con la salida de Iván Duque de la Presidencia, este sector se mantuvo en el ojo público a causa de los rumores que apuntaban a que con la entrada al poder del Gobierno Petro, este apartado de la economía podría ya no tener tantos incentivos como en el cuatrienio pasado, incluso la nueva administración anunció a su llegada que lo primero que haría sería cambiar el nombre de economía naranja.

Sin embargo, ante los resultados obtenidos, por ejemplo, en el campo audiovisual y musical, donde Colombia cada vez tiene más reconocimiento externo, cada vez más voces piden, como en el área de salud, que se construya sobre lo construido, independiente del nombre que se le ponga.