Sorprendente resultó el último anuncio hecho por el presidente Gustavo Petro, en una alocución televisada este miércoles 24 de abril. En ella, no solo explicó la reforma pensional, que fue aprobada en el Senado, sino que hizo un anuncio que, sin duda, revivirá la controversia alrededor de la reforma pensional.

El mandatario anunció que solicitará a la Cámara de Representantes, donde el proyecto de ley avanzará en su segunda etapa legislativa, que reconsidere la disposición de abandonar lo aprobado previamente por el Senado en relación con el umbral. Tras extensas negociaciones, el Senado aprobó el cambio del umbral que determina cuándo las personas que cotizan a fondos de pensiones privados serán trasladados a Colpensiones.

Originalmente, el proyecto de ley tenía previsto que dicho umbral fuera de hasta 4 salarios mínimos, lo que implicaba pasar casi toda la plata de los afiliados a las AFP, a la entidad pública que maneja el régimen de prima media.

Sin embargo, en los debates se fue moderando el umbral, primero a 3 salarios mínimos y, finalmente, fue avalado por los legisladores que quedara en 2,3 salarios mínimos.

Según el centro de pensamiento Anif, solo con el umbral aprobado hasta ahora, de 2,3 salarios, el pasivo total del sistema asciende a 179,3 % del PIB.

La vuelta a 4 salarios mínimos agrandaría aún más el hueco, por lo que Anif reitera la importancia de disminuirlo a 1 salario.

¿Y lo negociado?

Después de 18 meses de diálogos en mesas de trabajo y audiencias públicas, al igual que negociaciones con el Congreso de la República, a través de las cuales, de la mano con cálculos de centros de pensamiento económico, le han realizado ajustes al proyecto de ley original, Petro dijo que pedirá a los integrantes de la Cámara de Representantes (donde ahora sigue el trámite de la reforma pensional) que lo acompañen en la idea de devolverse, en lo relacionado con el umbral desde el cual se pasará a los cotizantes de los fondos privados hacia Colpensiones.

Vuelve y juega el umbral de los 4 salarios mínimos

De esa manera, todo colombiano que cotice en los fondos privados de pensiones, hasta 4 salarios mínimos, pasaría al régimen público, y no como va aprobado hasta ahora en dos debates en el Senado: el traslado de recursos de un cotizante es desde 2,3 salarios mínimos de su ingreso, lo que ha sido el resultado de un proceso de acuerdos en el trámite de la reforma.

Discusión de la reforma pensional en el Senado | Foto: Guillermo Torres Reina

Fue propuesta de campaña

Los fondos privados de pensiones tienen 18 millones de cotizantes, aunque no todos aportan de manera asidua. La idea de pasar a esa gran masa de aportantes al sistema viene desde la época de campaña de Petro y así se planteó en la reforma original, lo que de inmediato generó polémica.

Las preocupaciones en torno a ese punto, uno de los que más ha tenido debate en el país, en parte, se relacionan con el ahorro de los colombianos. Por ello, se crea un fondo de ahorro, para poner allí las cotizaciones y blindar así los recursos, de forma que no terminen usándose para otros fines distintos al de pagar las pensiones de quienes ahorraron.

Se pusieron sobre la mesa grandes afectaciones

En el trámite que ha surtido hasta ahora la reforma pensional, se habló de que un umbral de 4 salarios mínimos llevaba a los fondos privados casi a la sepultura, mientras el presidente Petro enviaba mensajes en los que decía que, con o sin reforma, las AFP estarían condenadas a desaparecer.

Entre un argumento y otro, los técnicos hicieron sus cuentas y calcularon que el umbral de 4 salarios mínimos implicaba que el 89,5 % de los cotizantes en AFP y al 95,6 % de la población adulta quedaría en la entidad pública. Según dijeron, esta no tendría la capacidad suficiente para asumir ese gran desafío. El volumen de recursos involucrado también generó controversia, pues los fondos registran sumas de 405 billones de pesos en cotizaciones y rendimientos del dinero, pues la plata del ahorro de la gente la invierten para que produzca ganancias. En consecuencia, el paso de los recursos de cotizaciones desde lo privado a lo público implicaría, además, una debacle para el mercado de capitales en Colombia.

Ministra Gloria Inés Ramírez en el debate de la reforma pensional. | Foto: Captura en pantalla

Todas esas consideraciones hicieron que se pusieran sobre la mesa de diálogo, para construir la reforma pensional, los pros y los contras de pasar casi todo el ahorro de los colombianos en los fondos privados a Colpensiones. En efecto, se fueron realizando ajustes, primero, a un umbral de tres salarios mínimos. Para ese momento, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, sostuvo que si se bajaba más el umbral, no habría reforma, por lo que los partidos políticos de oposición reclamaban que, con la medida de traslado, lo que se buscaba era solo tener caja en lo público. Se habló así de un riesgo para los ahorros de los cotizantes a pensiones.

Finalmente, en medio de una situación compleja, como la que envolvió en días pasados el trámite de la reforma pensional, cuando parecía que los tiempos para sacarla adelante se agotaban y se avivaba el riesgo de hundimiento, el presidente Petro aceptó bajar aún más el umbral, esta vez, a 2,3 salarios mínimos.

MinTrabajo lo venía anunciando

Antes de que el presidente Petro hablara de su intención de pedirle a la Cámara de Representantes, a donde entra ahora la reforma pensional, que vuelva a incluir el artículo del umbral, con 4 salarios mínimos, la ministra Ramírez había dado declaraciones según las cuales, entre más bajo sea el umbral desde el cual se pasa gente de manera obligatoria desde los fondos privados hacia el régimen de prima media, más rápido se agotarán los recursos del fondo de ahorro. Y hablaba ya de que, ojalá, el umbral fuese más alto.

Aprobada la reforma pensional en segundo debate en la plenaria del Senado | Foto: Guillermo Torres Reina

Ahora, después del inesperado mensaje del presidente Petro, habrá que ver qué decisión toma la Cámara de Representantes.