Los colombianos están a dos días de elegir al próximo presidente que tendrá las riendas del país por los próximos cuatro años. Uno de los candidatos es Gustavo Petro, que en varias ocasiones ha causado revuelo por su intención de frenar la exploración de petróleo si llega a la Casa de Nariño.

Parar la búsqueda de petróleo en Colombia también afectaría la producción de hidrocarburos, la autosuficiencia energética del país, la generación de empleo y las inversiones que cada año hacen las compañías del sector y que dinamizan la economía de las regiones.

De acuerdo con cifras reveladas por el Banco de la República, la inversión extranjera directa de Colombia aumentó 120 % al pasar de 2.353 millones de dólares en el primer trimestre de 2021 hasta los 5.186 millones de dólares en el mismo periodo de este año.

Uno de los sectores que más dinero sumó en el total de la inversión extranjera directa fue el minero energético, pues prácticamente se duplicaron los recursos. En los primeros meses de 2022 la inversión aumentó 94 % y llegó a los 1.533 millones de dólares, cuando hace un año fue de 791 millones de dólares.

“Este gobierno logró consolidar la recuperación y reactivación del sector minero energético el cual se vio afectado duramente por la pandemia del coronavirus. Gracias a un marco regulatorio moderno, estable y atractivo, nos posicionamos como uno de los países más atractivos para llevar a cabo, no solo iniciativas de hidrocarburos, sino también proyectos de energías renovables que traen millonarios recursos para el país”, dijo el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa.

La inversión extranjera directa del minero energético, prácticamente se duplicó y llegó a los US$1.533 millones. | Foto: Andrew Unangst

Las cifras del Banco de la República también reflejan que, solamente en el sector petrolero, la inversión extranjera durante el primer trimestre de 2022 se disparó 359 % y llegó a 686 millones de dólares (más de 2,7 billones de pesos), cuando un año atrás fue de 150 millones de dólares.

La inversión extranjera directa del sector petrolero representó el 45 % de la inversión extranjera de sector minero energético y 13 % de la inversión total del país durante el primer trimestre de este año. De hecho, la inversión en petróleo que se vio entre enero y marzo de este año es la más alta desde que inició la pandemia de la covid-19.

En cuanto al sector minero, que incluye al carbón, las inversiones sumaron 521 millones de dólares, 11 % más frente a los 469 millones de dólares que se registraron en los primeros tres meses de 2021. Al cierre del año pasado, las inversiones mineras llegaron a 933 millones de dólares.

La inversión del sector petrolero se disparó 359 % y llegó a US$686 millones (más de $2,7 billones). | Foto: Gettyimages

El ministro Diego Mesa también destacó que la industria minera energética se sigue consolidando como una de las piezas fundamentales para la estabilidad macroeconómica y fiscal de Colombia, ya que gracias a los recursos que las compañías pagan a la nación, entre impuestos y regalías, se pueden financiar programas sociales y obras en los departamentos y municipios del país.

En lo que va del bienio 2021-2022, con corte a mayo, el Gobierno ha logrado recaudar 13,7 billones de pesos de regalías, lo que significa un avance del 89 % en la meta de recaudo que se tiene y que es de 15,4 billones de pesos. De estos recursos, el sector de hidrocarburos ha aportado el 74 % de lo recaudado (10,2 billones de pesos), mientras que los aportes del sector minero llegan al 26 % de lo recaudado (3,5 billones de pesos).

De acuerdo con la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) frenar la actividad de hidrocarburos en Colombia llevaría a un desplome del 47 % en la producción de petróleo, y en gas sería del 27 % en los próximos cinco años. Por lo tanto, Colombia tendría que acudir a las importaciones y las de gas se tendrían que hacer a partir de 2026, lo que representaría gastos por 6.000 millones de pesos.

En cuanto al petróleo, la ACP aseguró que la caída de las exportaciones se vería a partir del próximo año y, desde 2028, Colombia se vería abocada a importarlo para suplir las necesidades nacionales. Esto significaría pérdidas de 4.500 millones de dólares en exportaciones e importaciones por 1.700 millones de dólares para la producción de combustibles, petroquímicos y demás productos derivados.