El mundo confinado no sale de su asombro con las noticias del insecto asiático gigantesco que decapita a las pequeñas abejas melíferas para darles de comer las cabezas a sus larvas. Al peligro que este bicho representa para la apicultura, se suma que su veneno puede matar a algunos humanos. Ahora el planeta empieza a vivir un nuevo miedo por su expansión, que también ha contagiado a los colombianos. Pero como afirman los expertos, es poco probable que llegue al país, y, en vez de ese pánico infundado, hay que preocuparse por otras especies foráneas que hacen estragos en el ecosistema nacional.