El pequeño Salvador, hijo de Mateo Carvajal y Melina Ramírez, suele convertirse en tendencia en redes sociales gracias a su personalidad extrovertida y a la espontaneidad que demuestra cada vez que está frente a una cámara.
Recientemente, el modelo y creador de contenido llevó a Salvador de vacaciones a la playa y, durante una caminata, se encontraron con un hombre que ofrecía el servicio de tatuajes semipermanentes, algo que llamó la atención del niño de 6 años.
En medio de la emoción de Salvador por vivir la experiencia de tatuarse algunas figuras en el pecho y las piernas, Mateo aceptó y, pese a las críticas o cuestionamientos que pudiera llegar a recibir, permitió que su hijo se divirtiera durante el viaje.
Así fue la conversación entre Mateo y Salvador para realizar los tatuajes:
Salvador: “Me quiero hacer dos tatuajes”.
Mateo Carvajal: “Será que me van a llamar la atención? ¿Cuánto dura eso?“.
Vendedor: “Dura 25 días. Mentira, dura de 8 a 10 días, aunque puede bajar con alcohol”.
Salvador: “Enviémosle una foto a mi mamá”.
Mateo Carvajal: “Yo creo que mejor no (...) Ay, el regañito que me espera”.
Una gran cantidad de personas se manifestaron en la sección de comentarios para opinar sobre la situación y aunque algunos los felicitaron por realizar una actividad inofensiva, muchos otros le reclamaron y se mostraron en desacuerdo con su decisión.
“Nunca vi a Mateo tan preocupado como hoy”; “¿Cómo es posible esto? Me parece indignante que lo deje ponerse los escudos del Barca y el Real al mismo tiempo jaja"; “Para que vean que los malos padres sí existen”; “Esto puede ser muy malo para la piel”; “No puede ser, qué descaro, de verdad”; “Jajaja me encanta la cara de preocupación de Mateo por la reacción que puede llegar a tener Melina” son algunas de las frases que se leen.
Aunque muchos esperaban la reacción de Melina Ramírez, quien ha brillado como presentadora en El Desafío y Yo me llamo, hasta el momento no se ha pronunciado al respecto.
No obstante, pese a ser mucho más estricta que Mateo, no se ha mostrado en desacuerdo con su expareja respecto a las decisiones que toman con su hijo, pues suelen darle cierta libertad y permitirle vivir experiencias, aunque no todos estén de acuerdo.