Valentina Lizcano, una de las actrices colombianas con mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional, suele compartir información de su vida personal en las redes sociales, donde interactúa con su público y muestra tanto sus vivencias positivas como las negativas.
Por eso, en una reciente entrevista con José Fernando Patiño, la artista habló de uno de los momentos más difíciles y dolorosos de su vida, pues cuando apenas era una niña sufrió de abuso, un hecho que la afectó psicológicamente con el paso de los años.
En medio de un ejercicio que propuso el presentador, Valentina le habló a su niña interior y revivió, a nivel emocional, cómo cambió su vida:
“Tenía ocho años, yo era presentadora de Bichos (magazine infantil del Canal RCN), y pasaba la época más oscura de mi vida. Nadie se imaginaba (...) Cuando yo hablo con ella y cuando me ha visto quebrarme, muchas veces hasta le he pedido perdón y le he dicho: ‘Perdóname, porque yo sé que fui tu superhéroe en la infancia’”, manifestó frente a las cámaras.
Reveló que, en medio de su trabajo y su vida diaria, no encontraba las herramientas para comunicar lo que había vivido. Sin embargo, después de muchos aprendizajes, tomó la decisión de romper el silencio, aunque no obtuvo la respuesta que esperaba.
“Cuando yo traté de hablar del abuso, no hubo una respuesta muy positiva (…) Ya en la adultez fui diagnosticada con TDAH; entonces entiendo por qué tanta ensoñación y no lo veo como malo, yo lo veo como un superpoder”, manifestó.
Contó que, durante mucho tiempo, quiso “dejar de sanar”. No obstante, comprendió que no podía abandonar a su niña interior si quería tener una buena salud mental en su adultez.
“Yo no puedo ser quien soy si no abrazo a mi niña interior. Cuando los adultos están heridos y tienen sus niños interiores maltratados, pues ¿qué es lo que pasa? Sangran encima de sus hijos. Tenía esos pensamientos y yo me los calificaba como que yo estaba loca, siempre se me dijo loca”.
Finalmente, con la voz entrecortada, se agradeció a sí misma por hablar y tratar de evitar que otros niños tengan que atravesar una situación similar.
“Gracias por ese valor, gracias por no odiar, gracias por no quedarte ahí en el dolor, sino por querer ser feliz originalmente realmente desde adentro. En su tiempo a Valentina no la dejaron hablar, ahorita, pues se aguantan, porque hablo por mí y por todos los niños, se aguantan”.