Hay pocos momentos tan emocionantes en la vida de una persona como aquel en el que recibe las llaves de su primera casa. Es una experiencia memorable, transformadora y el primer paso para garantizar la estabilidad de una familia.
Este suceso resulta todavía más especial cuando le ocurre a alguien que, debido a sus condiciones laborales o socioeconómicas, creía que tener casa propia era un deseo imposible. Justamente esa realidad inspiró a Constructora Capital a poner en marcha Sueños Capital Mi Nuevo Hogar, una iniciativa que impacta de manera directa la vida de sus colaboradores: facilitar el acceso a una vivienda propia y a un techo digno.
Sandra Milena Tangarife es una de las beneficiarias de esta apuesta. “Tener casa propia era lo que más esperaba y le pedía a Dios. La casa era la prioridad para mi familia”, aseguró el día que recibió su apartamento en el proyecto Villafuerte, en Medellín, el pasado mes de junio.
Una alegría similar sintió Jenny Gutiérrez, inspectora de seguridad y salud en el trabajo, quien lleva un año y medio trabajando en la constructora y recibió su vivienda propia en el proyecto Armonía, en Bogotá. “Mi familia la conformamos mi papá y yo, y gracias a Dios y a la Constructora Capital tuve la oportunidad de adquirir vivienda propia… era un sueño que veía bastante alejado, pero que ahora es una realidad”.
Constructora Capital ha materializado este anhelo a otras 1.500 familias en Bogotá y Medellín, las ciudades donde tiene operación. Pablo Echeverri, presidente de la compañía, explicó que esta iniciativa se fundamenta en uno de los tres pilares que mueven el negocio.
“Tenemos el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas que tienen alguna relación con la empresa. Eso involucra a nuestros clientes, a los proveedores, pero también a las comunidades donde realizamos los proyectos. Además, estamos particularmente enfocados en mejorar la calidad de vida de nuestros colaboradores y lo hacemos a través del programa Sueños Capital Mi Nuevo Hogar, que permite que puedan acceder a vivienda propia, una meta que solo alcanzan entre el 3 y el 5 por ciento de los obreros en Colombia”, señaló Echeverri.
La iniciativa se desarrolla en dos proyectos de Vivienda de Interés Prioritario (VIP): Villafuerte en Medellín y Armonía en Bogotá. Su estructura es única porque opera bajo un modelo sin ánimo de lucro, en el que Constructora Capital aporta los terrenos, los honorarios y las utilidades, mientras que aliados estratégicos como proveedores, contratistas, cajas de compensación y entidades financieras reducen costos de construcción y facilitan el acceso a créditos y subsidios.
Echeverri advirtió que el programa beneficia a todos sus colaboradores y no solo a aquellos que tienen una vinculación directa con la empresa, pues en los proyectos la relación se da a través de contratistas que prestan servicios específicos. “Por ejemplo, a la empresa que hace mampostería le contratamos ese proceso para una torre y los trabajadores que lo realizan son empleados de esa empresa. Pero nosotros vemos a todos esos obreros como parte de nuestra familia y generamos una serie de programas alrededor de ellos”, agregó el directivo.
Sobre esa base se sustenta Sueños Capital Mi Nuevo Hogar, que desde su creación en 2018 ha podido cumplir el anhelo de cientos de trabajadores y sus familias. En el proyecto Villafuerte se contempla la entrega de 900 unidades habitacionales, de las cuales ya se han entregado 201. En el proyecto Armonía, de Bogotá, sumará 600 viviendas más, de las cuales ya se han entregado 16 durante el segundo semestre del 2025, para una meta inicial de 1.500 unidades, fijada por la empresa.
“La compañía tiene 33 años de existencia y siempre hemos tenido la preocupación y el interés de ver crecer integralmente a nuestros trabajadores. Cuando pensamos en responsabilidad social aparecen mil opciones en un país como Colombia, y uno piensa en devolver a la sociedad parte de lo que hemos recibido como empresa. Sabemos que hay muchas necesidades y poblaciones muy vulnerables, pero en ese análisis decidimos darle prioridad a nuestra gente, los 8.000 trabajadores que tenemos”, dijo Echeverri.
Los beneficiarios
Con el ánimo de resolver las necesidades de vivienda que tienen sus colaboradores, la compañía realizó una caracterización completa de los 8.000 obreros que participan en las obras, evaluando sus condiciones de vida como la situación familiar y económica, y el número de hijos. Los resultados revelaron que sólo entre el 4 y 5 por ciento de estos trabajadores cuenta con vivienda propia.
Para comprar una casa hay tres componentes indispensables: subsidios de vivienda, ahorros personales y crédito hipotecario. Sin este último, es imposible completar el valor total del inmueble, y ahí radica en parte el problema de las personas, ya que no cuentan con historial crediticio y los bancos no les otorgan préstamos. Eso profundiza su exclusión y dificulta que puedan convertirse en propietarios, a pesar de ser quienes construyen las viviendas del país.
“Aunque están afiliados a seguridad social, la mayoría trabaja a través de contratistas, lo que limitaba su vinculación directa con el sector bancario y, por eso, el primer gran reto fue construir una historia financiera que les permitiera acceder a productos y servicios básicos, entre ellos, el crédito de vivienda. La compañía facilitó la documentación necesaria para que en estos bancos vieran que los trabajadores tenían cómo responder a la obligación, ese paso fue fundamental”, agregó Echeverri.
Adicionalmente, el valor total de la vivienda se reduce gracias al aporte material de la compañía, que entrega la tierra donde se construyen las viviendas, así como precios especiales en los materiales de construcción, lo cual permitió reducir su costo de 90 salarios mínimos a 70. Esto representa un aporte de 20 salarios mínimos por hogar y que las cuotas mensuales del crédito sean mucho más bajas que lo que actualmente pagan en arriendo. Echeverri concluyó que la meta es seguir soñando en grande. “Ya tenemos pensado dónde va a estar nuestro próximo proyecto en Bogotá… esperamos que esta gran iniciativa se traduzca en que el 60 por ciento de nuestros trabajadores puedan tener su casa propia”.
*Contenido elaborado con apoyo de Constructora Capital