“O estudia, o trabaja”. Ese fue el dictamen que le dio el papá a su hijo de 17 años. Hoy, 54 años después, ese joven es el fundador de PVC Gerfor S. A., una multinacional líder en la producción y comercialización de tuberías, accesorios, tejas de PVC y grifería.

En ese entonces, cuando su padre planteó el ultimátum, don Germán Forero, con maletín en mano y transportándose en flota, empezó a comprar en Bogotá productos de ferretería para venderlos en Cali, actividad que realizó incansablemente durante 15 años.

Su empuje era tal que llegó a transportar en buses cerca de una tonelada de productos de ferretería. Afianzó relaciones comerciales con proveedores, con clientes y con el personal involucrado en el proceso de comercialización y transporte, y, gracias a su don de mirar y entender, aprendió cómo hacer un pedido, una orden de compra, el debido proceso para la entrega de mercancía y conoció el mercado del sector.

Es así como don Germán, después de reflexionar sobre su vida, no vacila en afirmar que la Orden de Boyacá en Grado Oficial que le otorgó el Gobierno nacional es el reconocimiento a su trayectoria empresarial. Fruto del esfuerzo de toda una vida, hoy se habla de PVC Gerfor como una organización familiar que genera 1.400 empleos. En la actualidad, la compañía cuenta con dos plantas de producción en Cota, una en Guatemala y una en Perú, además de centros de distribución en Barranquilla, Honduras y El Salvador, y tiene una capacidad instalada de producción de 7.000 toneladas.

“Yo reconozco que alguien sabe lo que no sé”, dice, tras destacar que escucha a las personas. Exhibe orgulloso su tarjeta de presentación, en la que sobresalen palabras como confianza, constancia, sugiera… no critique.

Más que compromiso social

El Sena ha sido un aliado. En el inicio le prestó asesoría contable, más adelante realizó una alianza estratégica que le permitió a Gerfor aportar cinco laboratorios en Bogotá, Barranquilla, Cali, Pereira y Cúcuta, donde se capacitaron 35.000 personas, acción que se complementó con el montaje de cuatro aulas móviles.

Además, Gerfor cuenta con una planta de tratamiento de aguas lluvias, reutiliza el material plástico para producir “tuberías y tejas verdes”, y aprovecha el material que sobra de los procesos para fabricar productos como postes para potreros de ganado.

La pandemia lo puso a prueba. “Mandamos a toda la gente para la casa. Acordamos entre los ejecutivos aportar el 30 por ciento de los salarios para atender la planta de personal. Rápidamente nos adaptamos a las nuevas condiciones”.

Considera que para tener un mejor país es clave la disciplina, la autoridad y combatir la corrupción. Es un hombre práctico que escucha, decide y resuelve con oportunidad los problemas que se presentan. Le gusta soñar y actúa para que sus sueños se hagan realidad. Prueba de ello son los cinco reconocimientos, que se suman a la Orden, otorgados por su trabajo para la preservación del medioambiente y la eficiencia energética.

De sus cinco hijos, tres trabajan con él. Siendo una empresa familiar, todos cumplen con rigor las reglas. Tal y como afirma: “Trabajan unidos para hacer país”. Cada uno tiene muy claro su rol.