En medio del horizonte inmenso de los Llanos Orientales, donde el cielo parece no tener fin, nació una idea que hoy inspira a cientos de familias colombianas: KIOS. Lo que comenzó como un sueño local –demostrar que desde el llano también se pueden construir grandes empresas– se convirtió en una organización nacional que lleva el sello de la excelencia y el propósito. KIOS nació de esas tierras que enseñan que el progreso se cultiva con disciplina, trabajo en equipo y compromiso social.
En un entorno donde pocas compañías de región logran entrar en la contratación estatal, esta empresa decidió romper paradigmas. Conformada por empresas SAS BIC (Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo), su apuesta fue clara: unir la eficiencia operativa con una visión profundamente humana del desarrollo.
KIOS empezó participando en licitaciones locales, y con el tiempo logró consolidarse como aliado confiable de la administración pública, en la ejecución de contratos con entidades nacionales de alto nivel.
Más allá de las cifras y los contratos, la historia de KIOS es la historia de su gente. Detrás de cada servicio prestado hay miles de rostros: más de 5.000 operadores activos distribuidos en diferentes regiones del país.
El grupo hizo de la generación de empleo digno y formal su bandera, fortaleciendo la inclusión de mujeres cabeza de hogar, personas con discapacidad, población reincorporada y prepensionados. “Cada vinculación laboral se convirtió en una historia de superación y en un eslabón de movilidad social”, aseguraron desde KIOS.
Para la compañía, el crecimiento no es solo la expansión geográfica, sino también el impacto social. Por eso creó la Fundación María Ester, su brazo solidario, que impulsa proyectos en comunidades rurales: donaciones de uniformes escolares y programas de educación, cultura y desarrollo comunitario.
Sociedades BIC
KIOS adoptó la figura BIC como una filosofía empresarial profunda. Para la compañía, ser BIC significa medir el éxito no solo en utilidades, sino también en impacto social y ambiental. Su compromiso con el empleo equitativo, la sostenibilidad y la transparencia ha convertido al grupo en un modelo de empresa moderna que combina eficiencia privada con responsabilidad pública.
Hoy, con oficinas en Bogotá y Villavicencio, KIOS coordina operaciones nacionales y continúa expandiéndose con una meta clara: ser referente de gestión pública con propósito.
Su historia demuestra que el talento llanero, cuando se organiza con visión y ética, puede trascender las fronteras regionales y marcar un nuevo estándar en la contratación estatal.
Su lema es ‘Crecer con propósito, servir con transparencia y devolver con gratitud’. Lo que empezó como un sueño en los Llanos Orientales ahora es ejemplo de cómo una empresa puede cumplir, inspirar y transformar al mismo tiempo.
*Contenido elaborado con el apoyo de Kios.