Desde que estudié arquitectura descubrí una verdad esencial: todo lo que se sostiene en el tiempo nace de una base clara. Lo aprendí diseñando espacios y hoy lo aplico acompañando a mujeres a descubrir, en profundidad, los caminos que les permiten crear desde lo que son, no desde lo que les dijeron que debían ser.
A lo largo de mi vida he transitado entre planos, empresas, conversaciones y escenarios. En todos esos espacios he confirmado que, cuando una mujer se reconoce como líder de su historia, lo que construye tiene raíz, sentido y expansión. Para mí, ese acto de asumirse es una disrupción. No es ‘ruido’, como muchos nos han hecho creer: es una verdad puesta en movimiento.
Soy fundadora y CEO de Grupo Disruptivus & Asociados, coach certificada en Coaching de Negocios y Alta Dirección en Entornos Desafiantes, y creadora del Método Sé Disruptivus®. Transformo frustración en crecimiento y acompaño a quienes buscan desbloquear su máximo potencial a través de una mentalidad ágil, un liderazgo disruptivo y metodologías ejecutables. Me apasiona acompañar a las personas a pasar de la incertidumbre a la acción, del estancamiento al crecimiento y del potencial al impacto.
Además, soy consultora en negocios, marca rentable y escritora. Lancé mi libro Emprende con alma en agosto pasado, del que ya se han vendido cerca de 2.000 ejemplares. Está disponible en Colombia, Ecuador, Perú y España. Por medio de esta publicación me reconozco orgullosa, agradecida y en absoluta coherencia con la mujer que un día decidió intentarlo.
Me inspiran particularmente las mujeres que emprenden con conciencia, que sostienen sus proyectos sin traicionarse y que eligen crecer dejando huella. También aquellas que lideran desde lo corporativo, muchas veces en silencio, transformando dinámicas, fortaleciendo equipos y demostrando que se puede guiar con vulnerabilidad, empatía y visión. Porque un liderazgo auténtico no impone: propone. No repite fórmulas: abre caminos.
Hoy somos testigos de un movimiento de mujeres que están construyendo negocios sostenibles, marcas con propósito y entornos laborales en los que crecer no implica agotarse, sino encontrar el equilibrio entre bienestar y rentabilidad.
Este país necesita más mujeres que piensen con estrategia y actúen con alma; que construyan con claridad y compasión, y que confíen en su voz, incluso cuando desafía lo habitual. No vinimos a encajar: vinimos a imaginar, liderar y construir nuevas formas de hacer las cosas. Y no lo hacemos solas: lo hacemos en red, en comunidad, desde la experiencia compartida. Recordamos a diario que la transformación ya es una realidad. Puede que no sea lineal ni inmediata, pero sí profunda y consistente.
Porque cuando una mujer actúa desde su propósito, deja una huella que no desaparece: se expande desde su legado.