La inteligencia artificial avanza como un caballo desbocado, veloz, poderoso y capaz de recorrer grandes distancias en poco tiempo. En el mundo de la gestión del talento, esta fuerza abre posibilidades inmensas para automatizar procesos, acelerar decisiones y liberar a los equipos de tareas operativas.
Pero, como advertía Platón en su metáfora del carro alado, la fuerza de los caballos no basta: se necesita un auriga, un guía que marque el rumbo y mantenga el equilibrio. De lo contrario, la potencia se dispersa en un camino sin dirección.
En este escenario, el caballo es la inteligencia artificial. Su energía multiplica la capacidad de las organizaciones, pero carece de criterio propio. El rumbo proviene de dos fuentes esenciales: la calidad de la data y la guía del consultor.
En un entorno en el que la información abunda, el verdadero valor no está en tener muchos datos, sino en contar con datos profundos y significativos que revelen la esencia humana detrás de los números. Herramientas como el método Birkman permiten identificar fortalezas, motivadores, estilos de trabajo, necesidades y comportamientos bajo presión y en equipo. Con esta visión integral, los líderes disponen de un mapa que va más allá de la intuición y les permite alinear a las personas con los roles adecuados, anticipar tensiones y potenciar equipos de forma estratégica.
Interpretar y aplicar esa información requiere experiencia y criterio humano. El consultor actúa como el auriga que entiende el contexto, sabe equilibrar fuerzas y conduce al equipo hacia un destino estratégico y sostenible.
La verdadera transformación ocurre cuando la fuerza de la inteligencia artificial se combina con la calidad del autoconocimiento y la guía de un mentor. En ese equilibrio, el caballo corre con toda su potencia, pero el jinete asegura que avance en la dirección correcta.
En María Reina Consultores integramos tecnología y metodologías de autoconocimiento para acompañar a las organizaciones en este desafío. Porque la evolución en la gestión del talento no depende solo de la velocidad, sino de la sabiduría con que se conduce el camino.
María Reina, CEO de María Reina Consultores del Ser para el Hacer