Otros tres cuerpos fueron extraídos el martes de los escombros del hotel Saratoga de La Habana, que quedó destruido en días pasados por una explosión, elevando así la cifra de muertes a 43.

El ministro de Salud dijo que otras 54 personas resultaron heridas y 17 de ellas todavía reciben atención hospitalaria.

Entre los tres cadáveres recuperados el martes está el de una mujer de 77 años y un popular concejal local, Juan Carlos Díaz, de 55 años.

“Sentimos el dolor de todos, pero especialmente el suyo porque trabajó como delegado en momentos en que era necesario”, dijo la residente de La Habana, Lazara Phinney, a la AFP.

Un tercer cuerpo que fue extraído de los escombros aún está en proceso de identificación, dijeron las autoridades.

El emblemático hotel de cinco estrellas estaba cerrado desde hacía dos años por la pandemia y se preparaba para reabrir al público este martes. Sus primeros cuatro pisos resultaron destruidos.

Construido en 1880 y transformado en hotel en 1933, el Saratoga era conocido por haber alojado a varias celebridades en los últimos años, entre ellas Mick Jagger, Beyoncé y Madonna.

La búsqueda sigue bajo los escombros del hotel Saratoga

Cuatro días después de que una explosión accidental reventó el emblemático hotel Saratoga de La Habana, capital de Cuba, rescatistas siguieron buscando víctimas de este desastre.

“Es triste porque hay una cantidad de fallecidos muy grande”, dice el actor Teherán Aguilar, de 46 años, convertido en rescatista voluntario con su casco blanco y un traje negro y amarillo.

Popular por la telenovela Historias de fuego, donde representó el papel de bombero, Aguilar añade: “Es triste, porque esa manera de fallecer siempre es dolorosa para un ser humano, porque hay niños involucrados también, incluso fallecidos”, explica.

Abrazando a Yomy, su jadeante perro rescatista, un labrador de 12 años, Edel Llopiz (48) opina que “he dado mi aporte, junto con mi perro, que ha sido un gran protagonista en este batallar y en este dolor que tiene nuestro país”.

“Espero que el país se levante, que nos vamos a levantar, de eso estamos seguros, que nos vamos a levantar”, asegura el especialista en técnica canina.

“Es algo impactante porque nunca había visto una cosa como esta, pero bueno, estamos ahí, tratando de sobresalir y darles a las familias (consuelo) para que tengan a sus familiares”, declara por su parte el asistente de servicios necrológicos Raúl León (53 años), conmocionado a pesar de ser un hombre acostumbrado a lidiar con el dolor y la muerte.

El viernes 6 por la mañana, el lujoso hotel de La Habana Vieja estaba en los últimos preparativos para reabrir cuatro días más tarde, tras dos años de cierre por la pandemia de covid-19. Unos 50 trabajadores se encontraban allí mientras un camión cisterna abastecía de gas el establecimiento.

De pronto se registró una fuerte explosión y una gigantesca nube de polvo se extendió por los aires. Las cuatro primeras plantas del edificio son arrasadas y la onda expansiva lanza escombros sobre el concurrido Paseo del Prado, donde está enclavado.

“Sentimos esa explosión que fue lo más grande de la vida. Yo aún estoy en shock”, sostuvo María Victoria Salomón, de 60 años, maestra de una escuela cercana al hotel Saratoga.

Con la voz entrecortada y los ojos húmedos, Nairobi Evora (36 años) hace su trabajo de coordinar ambulancias especializadas de urgencias para trasladar heridos hacia los hospitales.

“Me toca de cerca, porque mi mamá trabajó muchos años aquí (en el hotel Saratoga). Fallecieron muchos compañeros de ella y nada, lo que me toca es estar aquí y dar mi granito de arena. No pudimos salvarlos a todos, pero sí se salvaron muchos”, dice.

Con su uniforme de la Cruz Roja de Cuba, Inti Guevara (50 años) lleva varios días en el lugar.

“Vamos a estar aquí hasta el último momento, que ya digan que ya no queda ninguna víctima (...) esa es la esperanza, que aunque sea la última (víctima) poderla sacar”, expresó.

*Con información de la AFP.