En medio de la escalada de tensiones nucleares a nivel global, una potencia en la región se destacó recientemente por su flota militar y su capacidad para reordenar el poder naval del Atlántico.
Brasil entra así en una nueva era militar con el Programa de Desarrollo de Submarino (PROSUB), el cual nació en el 2008 con un objetivo compartido: ubicar al país entre los seis más poderosos en la propulsión nuclear naval y modernizar su flota.
Hace un par de meses, el ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, reavivó el debate al plantear la expansión de las capacidades nucleares del país, sin embargo, esto ha despertado una ola de preocupaciones diplomáticas sobre los fines de dicho avance militar.
El Gobierno precisó que el programa nuclear de Brasil continuará orientado exclusivamente a fines pacíficos, en cumplimiento de la Constitución y bajo la supervisión del OIEA.
Sin embargo, el pronunciamiento dejó ver la fina frontera entre la autonomía tecnológica y las suspicacias internacionales respecto al posible uso dual del uranio enriquecido, ya sea con propósitos civiles o militares.
El Programa de Desarrollo de Submarinos (Prosub) es una iniciativa estratégica de Brasil destinada a fortalecer su capacidad de defensa marítima y tecnológica.
Impulsado por la Marina brasileña, en colaboración con Francia, el proyecto busca dotar al país de una flota moderna y autónoma en la construcción y mantenimiento de submarinos.
Dentro del programa se contempló la fabricación de cuatro submarinos convencionales de la clase Riachuelo, basados en el modelo francés Scorpène, adaptados a las necesidades y condiciones operativas de Brasil.
Estos buques ya han comenzado a incorporarse progresivamente a la Armada, mejorando la vigilancia y protección del extenso litoral atlántico brasileño.
El componente más ambicioso del Prosub es el desarrollo del submarino nuclear brasileño (SN-BR) Álvaro Alberto, que representará un salto tecnológico sin precedentes en América Latina.
Este proyecto combina ingeniería nacional con asistencia técnica francesa, aunque el reactor nuclear —pieza clave— es de diseño y construcción brasileña.
Además de su valor militar, Prosub impulsa la transferencia de tecnología, la capacitación de especialistas y el fortalecimiento de la industria naval del país. Con ello, Brasil busca consolidarse como una potencia regional con capacidad de disuasión y dominio tecnológico en el ámbito marítimo.