El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este viernes, 31 de octubre, la renovación del mandato de la Misión de Verificación del Acuerdo de Paz en Colombia, con trece votos a favor y dos abstenciones, entre ellas la de Estados Unidos.
Durante la sesión, el embajador estadounidense ante la ONU, Mike Waltz, explicó las razones de la postura de su país y dirigió duras críticas al gobierno del presidente Gustavo Petro, al que acusó de haber impulsado políticas “erróneas e irresponsables” en materia de paz y seguridad.
“Estados Unidos apoya la paz y la seguridad en Colombia, y queremos dejarlo absolutamente claro y constar en acta”, inició Waltz su intervención.
“Pero las prioridades políticas del presidente Petro en materia de paz y seguridad, tanto en Colombia como en la región y el mundo, son erróneas e irresponsables, y han contribuido a una mayor inestabilidad y violencia en el país”, dijo.
El diplomático explicó que la abstención estadounidense responde a una revisión de su participación en misiones multilaterales, en línea con la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que busca reducir la carga financiera de Estados Unidos en la ONU y reorientar sus esfuerzos hacia tareas centrales de mantenimiento de la paz.
“La ONU necesita centrarse en su papel de mantener la paz y la seguridad y reducir la carga financiera de sus actividades, que se impone no solo a los contribuyentes estadounidenses, sino también a los de todos los países miembros”, afirmó Waltz. “Hemos pronunciado numerosos discursos sobre misiones demasiado largas, ambiciosas, costosas e insostenibles. Es hora de que nuestros actos estén a la altura de nuestras palabras”.
El embajador agradeció los esfuerzos de quienes promovieron la reducción del mandato de la misión en Colombia, que en adelante será de un año, y pidió que su función se limite a verificar la desmovilización de las antiguas Farc, en lugar de ampliar su alcance a nuevos procesos.
“La Misión de Verificación de la ONU en Colombia se ha extendido mucho más allá de su alcance original”, sostuvo Waltz. “Al reorientarla hacia su función principal, permitimos que la ONU cumpla con su propósito fundamental”.
El representante estadounidense expresó también reservas sobre la implementación del proceso de paz, señalando que el deterioro de la seguridad y la falta de justicia para grupos armados y narcotraficantes amenazan con perpetuar la violencia.
“No podemos respaldar esta resolución”, afirmó Waltz. “Bajo el liderazgo del presidente Trump, Estados Unidos ya no está dispuesto a ceder en sus posiciones sobre seguridad y justicia en nombre de un proceso de paz defectuoso”.
Finalmente, el embajador subrayó que la posición estadounidense no implica un distanciamiento con Colombia, sino con la actual administración. “Nuestras relaciones con el pueblo colombiano y sus instituciones son sólidas y lo seguirán siendo mucho después de que el presidente Petro deje el cargo y se abandonen sus políticas fallidas”, concluyó.