El mundo se debate entre el combate contra el coronavirus y la aparición de variantes que ponen en riesgo la vacunación que se adelanta en los 192 países afectados por la pandemia, sobre todo porque el aumento de los contagios ha obligado una vez más a la adopción de medidas restrictivas.

Hasta el momento se han detectado tres cepas que se han convertido en el punto de referencia de los científicos para determinar si las vacunas desarrolladas, que se vienen aplicando en el mundo, pueden controlar su expansión. Se trata de las nuevas cepas provenientes del Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.

Sin embargo, desde Estados Unidos se lanzó una alerta, debido a que fue detectada una variante que podría ser más resistente, la cual fue identificada como BV-1, lo que podría suponer un nuevo reto para la salud pública.

El caso fue detectado por científicos del Complejo de Investigación en Salud Global de la Universidad de Texas A&M, en un joven que presentaba síntomas leves. Y aunque se trata de un solo caso, los especialistas de ese centro de educación superior decidieron compartir la información con organismos e investigadores de todo el mundo.

Se conoció que, hasta ahora, los experimentos basados en cultivos celulares publicados por otros laboratorios han demostrado que varios anticuerpos neutralizantes son ineficaces para controlar otras variantes con los mismos marcadores genéticos que la BV-1.

“En la actualidad no conocemos el significado completo de esta variante, pero tiene una combinación de mutaciones similar a otras variantes preocupantes de notificación internacional”, dijo el virólogo Ben Neuman.

“Esta variante combina marcadores genéticos asociados por separado con la rápida propagación, la enfermedad grave y la alta resistencia a los anticuerpos neutralizantes”, señaló.

Agregó que “no hemos detectado más casos de esta variante. No hemos cultivado ni probado este virus de ninguna manera. Este anuncio se basa puramente en el análisis de la secuencia genética realizado en el laboratorio”.

De acuerdo con los científicos, el BV-1 está relacionado con la variante del Reino Unido (UK) del coronavirus. El “BV” significa “Brazos Valley”, la región de siete condados de Texas donde se encuentran la universidad y el centro donde se adelanta la investigación.

Estados Unidos lanzó una altrta debido a que fue detectada una variante que podría ser más resistente y la cual fue identificada como -BV-1 | Foto: BBC - GETTY

Se conoció que la variante BV-1 se detectó en una muestra de saliva tomada a un estudiante de la universidad, como parte del programa de pruebas de covid-19 en curso de la universidad. La muestra dio positivo el 5 de marzo. Se volvió a analizar y se confirmó en un laboratorio regulado por el gobierno federal en el Hospital Regional CHI St.

El estudiante reside fuera del campus, pero es activo en las organizaciones de la universidad. Más tarde, aportó una segunda muestra que dio positivo el 25 de marzo, lo que indica que la variante puede causar una infección más duradera que la típica de coronavirus para adultos de 18 a 24 años. Una tercera muestra obtenida el 9 de abril fue negativa y no reveló ninguna evidencia del virus.

Los científicos señalaron que el alumno presentó síntomas leves parecidos a los de un resfrío a principios o mediados de marzo, que no progresaron en gravedad y se resolvieron por completo el 2 de abril.

Con la información que recopilaron, los científicos han presentado un documento sobre el BV-1 a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). También depositaron los datos de la secuencia de BV-1 en GISAID, la iniciativa científica con sede en Múnich que recoge las secuencias de SARS-CoV-2 de todo el mundo.

El nombre oficial de la variante BV-1 es hCoV-19/USA/TX-GHRC-BV1-EQ4526591/2021. Es una de las miles de variantes que los científicos han encontrado en todo el mundo. Neuman dijo que su grupo de investigación vigilará de cerca más casos relacionados con el BV-1, teniendo en cuenta su composición genética potencialmente preocupante. En los análisis de muestras, incluyen a estudiantes asintomáticos para encontrar variantes preocupantes antes de que causen enfermedades graves.

“La secuenciación ayuda a proporcionar un sistema de alerta temprana de nuevas variantes”, explicó el virólogo Ben Neuman.

“Aunque es posible que aún no comprendamos la importancia total de la BV-1, la variante pone de relieve la necesidad permanente de una vigilancia rigurosa y de pruebas genómicas, incluso entre los adultos jóvenes sin síntomas o con síntomas leves”, añadió.