Una llamada entre Donald Trump y Nicolás Maduro, que se reveló este fin de semana, es la pieza determinante para entender cómo se han movido las fichas en el ajedrez que busca sacar a Nicolás Maduro del poder en Venezuela.
Durante varios días, lo único que se sabía era que los dos mandatarios habían conversado, pero no el contenido de ese diálogo. Varios medios internacionales han comenzado a revelar los detalles de ese cruce que apenas duró 15 minutos, según Reuters.
En esa conversación, Trump le planteó de frente a Maduro que saliera del país y el dictador, a su vez, también puso sus requisitos si eventualmente ese escenario llegaba a darse.
Una persona que estuvo en la reunión, y que habló bajo anonimato, le contó todo al diario Miami Herald. Según esa fuente, fueron tres los puntos que Maduro le exigió a Trump para pensar en una dimisión.
“La llamada, considerada un último recurso para evitar una confrontación directa, se estancó por tres cuestiones”, asegura la persona que enumeró esos asuntos:
“Primero, Maduro solicitó una amnistía global por cualquier delito que él y su grupo hubieran cometido, y fue rechazada.
Segundo, pidieron mantener el control de las fuerzas armadas, similar a lo que ocurrió en Nicaragua en 1991 con Violeta Chamorro. A cambio, permitirían elecciones libres.
El tercer punto de fricción fue el momento oportuno: Washington insistió en que Maduro renunciara de inmediato, y Caracas se negó”, enfatizó.
Tras la revelación de la conversación, Maduro ha enfilado baterías en Venezuela. “No nos pueden sacar jamás, en ninguna circunstancia histórica que tengamos que vivir, del camino de la construcción de la Venezuela potencia, soberana, libre y socialista, de aquí a todo el siglo y más. ¡Jamás!”, dijo este lunes, eufórico.
“No nos han sacado con su terrorismo psicológico ni un centímetro del camino correcto por donde debemos seguir andando siempre (…) Si hace 22 semanas amábamos a Venezuela, hoy la amamos infinitamente y estamos dispuestos a seguir defendiéndola y a llevarla a caminos seguros de paz”, agregó.
La realidad es que, mientras Maduro se muestra enérgico y firme ante los venezolanos, ante Donald Trump las cosas son a otro precio.
Un informe de la agencia Reuters aseguró este lunes que el primer mandatario de los Estados Unidos le había dado un ultimátum para que saliera del país y dejara el poder.
Según el medio, esta fecha se cumplió el viernes pasado. Y, el sábado, el presidente Trump hizo pública una decisión que concuerda con lo que podría ser un cerco al mandatario: “A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: les rogamos que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad. ¡Gracias por su atención!”.
Tiempo después, fue el mismo Trump el encargado de confirmar su llamada con Maduro. “No puedo decir si fue una buena o mala llamada, fue solo una llamada”, dijo el jefe de la Casa Blanca.
Para ese momento, el diario The New York Times había confirmado que existía la llamada, pero no se conocía su contenido.
Pero las cosas no terminaron ahí. Este lunes en la noche, Trump citó a su Consejo de Seguridad. La reunión fue confirmada por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien aseguró que no podía compartir más información. “Hay opciones disponibles para el presidente, y dejaré que él se exprese sobre ellas”, aseguró.