El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó este domingo desde la cumbre de la Celac y la Unión Europea, en Santa Marta, que la amenaza del uso de la fuerza militar sea hoy una constante en América Latina y el Caribe, y que, como en los tiempos de la guerra sucia, oculte una retórica destinada a justificar intervenciones ilegales contra la soberanía de otros países.
Lula abordó sin contemplaciones una de las cuestiones más espinosas de la cumbre: la dificultad de sus asistentes para encontrar una posición común de condena a los ataques militares de Estados Unidos contra presuntas narcolanchas en el Caribe, que han dejado al menos 70 muertos y han sido denunciados por ONG como “ejecuciones extrajudiciales”.
“Las democracias no combaten el crimen violando los derechos constitucionales. La seguridad es un deber del Estado y un derecho humano fundamental. No existe una solución mágica para acabar con el crimen”, declaró el presidente brasileño antes de reivindicar los éxitos generados por la cooperación policial transfronteriza, en lugar de los ataques militares.
“Ningún país puede afrontar este desafío de forma aislada. Las acciones coordinadas, el intercambio de información y las operaciones conjuntas son fundamentales para nuestro éxito”, manifestó.
En este sentido, para Lula “la amenaza del uso de la fuerza militar, una constante en América Latina y el Caribe”, representa “el reciclaje de viejas maniobras retóricas para justificar intervenciones ilegales” contra “una región de paz”.
Lula también reconoció la crisis regional que atraviesan América Latina y el Caribe a la hora de concretar un proyecto común de integración, debido a las diferencias ideológicas entre sus gobiernos.
“Nos hemos convertido nuevamente en una región balcanizada y dividida, más centrada en el exterior que en el interior. La intolerancia se fortalece e impide que las distintas perspectivas vuelvan a sentarse a la misma mesa. Vivimos de nuevo bajo la amenaza del extremismo político, la manipulación informativa y el crimen organizado”, avisó.
Esta distancia se ha evidenciado en la ausencia de varios líderes latinoamericanos en el encuentro de Santa Marta, motivada por la aversión que sienten hacia el izquierdismo de su anfitrión, el presidente colombiano Gustavo Petro.
“En consecuencia, vivimos de reunión en reunión, repletos de ideas e iniciativas que a menudo nunca pasan de la fase de planificación. Nuestras cumbres se han convertido en un ritual vacío, del que los principales líderes regionales están ausentes”, criticó Lula.
*Con información de Europa Press