Este fin de semana, trágicamente, se dio a conocer la noticia del fallecimiento de Maureen Slough, de 58 años, del condado de Cavan, Irlanda, una madre que decidió practicarse la eutanasia.

Lo trascendental del tema es que dentro del proceso de su muerte, sus respectivos familiares no fueron avisados ni consultados respecto al estado de salud mental de la matriarca de la familia.

Por lo que, simplemente, un día llevaron a su madre al aeropuerto y, un día después, su hija Megan recibió un mensaje de texto y quedó horrorizada ante el terrible hecho.

De igual forma, describió que le parecía algo “horrible” la manera como Pegasos Swiss Association se encargaba de hacer llegar los restos de los seres queridos, ya que, según ella, simplemente es como seguir un paquete de envío como cualquier otro.

La familia de Maureen Slough no fue consultada sobre su eutanasia. | Foto: Maureen Slough Foto de Redes Sociales

No se sabe a ciencia cierta la razón por la cual Slough decidió terminar con su vida de esa forma, pero gracias a una conversación que mantuvo por TikTok se pueden apreciar los diferentes complejos que la aquejaban.

En la conversación describió que se atormentaba todos los días porque su madre la raptó y se fueron a vivir a Irlanda, por lo que creció pensando toda la vida que su padre las había abandonado. Eso hizo que creciera con rencor hacia su progenitor.

Tiempo después, se enteró de la verdad, pero ya muy tarde, puesto que no pudo asistir al funeral de su padre, y eso era algo que no la dejaba vivir tranquila.

Adicionalmente, a muy temprana edad, huyó de casa tras alegar ser abusada por una de las amigas de su madre, por lo que tuvo que vivir en una casa de acogida infantil religiosa, donde, en sus palabras, sufrió diferentes abusos por parte de las monjas que ponían a una niña pequeña a fregar los pisos.

Según sus diferentes mensajes de texto, a medida que fue creciendo la siguieron atormentando diferentes traumas, como la muerte de sus hermanos, a quienes tenía un altar en sus aposentos.

Finalmente, se sabe que Slough sufrió de “depresión, ansiedad y, supuestamente, fibromialgia, una enfermedad crónica que la dejaba con dolor y agotamiento constantes”, según reportó Daily Mail.

Adicionalmente, afirmaba que padecía de un shock séptico, pero que este no fue atendido por los médicos debido a “negligencia”, por lo que en su último año de vida intentó suicidarse debido al “peor dolor” lumbar que había sentido.

La madre decidió viajar a la Pegasos Swiss Association, ubicada en Basilea, Suiza, pues afirmaba que estaba “viviendo un infierno”, desesperada, llorando y temblando.

Según la clínica, se realizaron todos los preliminares acordes, incluyendo los respectivos correos electrónicos y comunicaciones con los familiares de Slough, pero alegan que la madre debió haberlos falsificado.

La mujer de 58 años comparaba su situación con la de un perro sufriendo, por lo que quería terminar con su dolor, razón por la cual se le practicaron los respectivos exámenes psicológicos para realizarle la eutanasia.

Por su parte, su confidente de TikTok respondió respecto a la estabilidad emocional de la madre: "No creo que Maureen estuviera lo suficientemente lúcida como para tomar la decisión que tomó y no creo que la corporación a la que le pagó una gran suma de dinero para matarla (verificará) la autenticidad de la carta y el correo electrónico de su hija con suficiente profundidad", en declaraciones para Daily Mail.

Lo trascendental del caso es que sus familiares no fueron informados ni consultados en ningún momento sobre su salud mental, quedando al margen de la decisión más extrema de su vida.