A partir de julio de 2026, miles de veteranos en Oʻahu, Hawái, podrán registrar sus vehículos sin pagar la tarifa del condado, gracias a una nueva ordenanza firmada por el alcalde Rick Blangiardi.

La medida beneficiará a más de 13.000 exmilitares mayores de 65 años y representa un alivio simbólico y financiero para una comunidad que enfrenta altos costos de vida y recursos cada vez más limitados.

Una medida para eximir del pago de la cuota anual de registro vehicular

El alcalde Rick Blangiardi anunció la aprobación de la normativa en una rueda de prensa junto a representantes del colectivo de veteranos, subrayando que el objetivo es ofrecer “una diferencia” para familias veteranas que enfrentan dificultades económicas.

Según datos citados por el ayuntamiento, más del 7 % de los veteranos mayores en la isla viven por debajo del umbral de pobreza.

La medida contempla que aproximadamente 13.000 veteranos sean beneficiados con la exención de la tarifa de registro del condado, que hasta ahora era de 20 dólares por vehículo.

No obstante, la exención no cubre las tarifas estatales ni otros cargos menores vinculados al registro.

El alcalde Rick Blangiardi firmó la medida junto a representantes de asociaciones de veteranos, destacando el valor de “retribuir a quienes sirvieron al país”. | Foto: Libre de derechos

¿Cómo acceder a este beneficio y cuál será el impacto?

Para poder acogerse al incentivo, los veteranos deberán acreditar haber servido en el ejército con baja que no sea deshonrosa.

Además, tendrá que presentar la documentación requerida, incluyendo su condición de veterano registrada en su licencia de conducir o placa especializada, según explicó Kim Hashiro, directora del Departamento de Servicios al Cliente del municipio.

Así, la aprobación de Bill 62 no solo marca un paso simbólico de agradecimiento hacia quienes sirvieron al país, sino que también responde al contexto social y económico particular de Oʻahu, una isla donde los costos de vida son elevados.

El impacto presupuestario estimado para el condado será de unos 277.000 dólares al año, según las estimaciones presentadas en el proyecto.

Desde un enfoque más amplio, esta iniciativa podría sentar precedentes para que otros municipios o estados consideren programas similares de alivio a veteranos, especialmente aquellos que tras su servicio se enfrentan a limitaciones económicas y envejecen en comunidades donde el costo de vida sigue en ascenso.

En el proceso de implementación quedan algunos aspectos por resolver, ya que los formularios de solicitud aún deben desarrollarse, y el plazo hasta su entrada en vigencia implica que los veteranos interesados se informen con antelación sobre los requisitos y el proceso administrativo.

El gesto adquiere valor simbólico: reconocer que quienes dedicaron parte de su vida al servicio militar merecen una carga administrativa menos pesada.