Una grave emergencia medioambiental y de salud pública se desató en la localidad estadounidense de Weatherford, Oklahoma, cuando una fuga de amoníaco anhidro provocó la evacuación de cientos de personas, el cierre de escuelas y negocios, y una alerta máxima sobre la calidad del aire.

¿Cómo ocurrió la fuga de amoniaco?

Aproximadamente a las 22:00 horas del pasado 12 de noviembre, un semirremolque que transportaba amoníaco se accidentó en un estacionamiento de un hotel en Weatherford, lo que desencadenó una fuga del gas tóxico, de acuerdo a lo que informan medios como The Sun.

Las autoridades informaron que la fuga provocó un “aire demasiado tóxico para respirar”, por lo que dieron la orden de evacuación parcial y refugio en sitio, para un amplio perímetro de la ciudad.

Se estima que entre 500 y 1 000 personas fueron movilizadas o buscaron refugio en albergues, y al menos 36 personas hospitalizadas por síntomas de dificultad respiratoria, de las cuales 11 fueron trasladadas a otros centros.

Escuelas como la Weatherford Public Schools y la Southwestern Oklahoma State University cerraron sus operaciones por seguridad.

¿Cómo impactó el escape de amoniaco a la comunidad?

Las pocas corrientes de viento durante la noche provocaron que el gas se mantuviera en la atmósfera local más tiempo del habitual, dificultando su disipación.

Las autoridades indicaron que aun cuando la fuga había sido detenida, la calidad del aire seguía siendo monitoreada.

Como medida preventiva se pidió a los residentes dentro del área de afectación que apagasen los sistemas de aire acondicionado y calefacción, para evitar que el amoniaco ingrese a los hogares.

Además, se dio aviso de que los alimentos sin empaquetar podrían haber sido contaminados por el aire, por lo que debían ser desechados. De igual manera que los objetos que presenten un fuete olor a amoniaco.

¿Cuáles pueden ser los riesgos para la salud?

El amoníaco anhidro (NH₃) es un gas incoloro, altamente irritante para el sistema respiratorio, la piel y la conjuntiva ocular cuando se inhala o entra en contacto en forma líquida o gaseosa.

Los síntomas inmediatos pueden incluir:

  • Tos, irritación de garganta, dificultad para respirar
  • Quemaduras químicas de la piel u ojos si hay exposición directa
  • En casos graves: edema pulmonar, daño tisular

La rápida evacuación y atención médica preventiva minimizaron lo que podría haber sido una catástrofe mayor.

Este tipo de incidentes, aunque son poco frecuentes, evidencian la vulnerabilidad de las zonas residenciales, escolares y comerciales frente a la proximidad de vehículos de transporte de sustancias peligrosas.

Hay factores de riesgo que vale la pena tener en cuenta, como lo son:

  • Transporte de productos químicos a través de zonas urbanas.
  • Fallas mecánicas, choques o errores humanos que se pueden presentar en los vehículos que transportan materiales peligrosos.
  • Condiciones atmosféricas que inhiben la dispersión de gases tóxicos.

Es necesario considerar las alertas y las posibles evacuaciones que se pueden presentar en estos sectores de alta vulnerabilidad.

La ciudad de Oklahoma tardará en recuperar la normalidad, mientras las autoridades investigan las causas del derrame y evalúan si las empresas responsables cumplieron con las normas de seguridad.