Según un boletín interno del U.S. Border Patrol (CBP) distribuido entre sus agentes en la ciudad de Chicago, la pandilla Almighty Latin King and Queen Nation, comúnmente conocidas como Latin Kings, habría emitido una orden de “matar a la vista” (shoot on sight) contra los oficiales federales de migración que operan en la ciudad. La alerta advierte a los agentes para que tomen precauciones extremas durante actividades de cumplimiento de la ley en la zona.
Un choque creciente entre la migración y la seguridad
La orden coincide con el despliegue de la operación federal Operation Midway Blitz, lanzada por el Department of Homeland Security (DHS) en septiembre de 2025 para intensificar las detenciones de inmigrantes en la región de Chicago, especialmente aquellos con antecedentes penales.
Un shoot on sight implica que la violencia no es solo circunstancial, sino potencialmente premeditada y dirigida.
Como señala el boletín, “un disparo a la vista es extremadamente preocupante” según el jefe de Patrulla citado por el artículo de Newsweek.
Esta se da como resultado del miedo que generan las redadas federales y la vigilancia intensificada en barrios con alta población latina, donde el vínculo entre seguridad migratoria y comunitaria es complejo.
Lo que se conoce de la pandilla
La Latin Kings surgió en los años 50 en Chicago, en el barrio de Humboldt Park, como una organización de jóvenes puertorriqueños frente a la discriminación.
Con el tiempo se transformaron en una de las pandillas latinas más estructuradas de EE. UU., con presencia en múltiples estados.
Se caracterizan por código interno, símbolos visibles (como la corona de cinco puntas) y una división jerárquica, como se informa en Newsweek.
Que una organización con ese perfil emita una orden de esta naturaleza sugiere una escalada que va más allá de la delincuencia común, entrando en el terreno de la violencia deliberada contra agentes del Estado.
La comunidad y las autoridades están desconcertadas y el miedo crece a medida que pasan los días.
Los líderes de la ciudad y los defensores de la comunidad han expresado su preocupación por el creciente número de redadas federales de inmigración y su impacto en la confianza local en la aplicación de la ley.
Pero el CBP sostiene que los agentes deben continuar desempeñando sus funciones a pesar del elevado riesgo.
La presunta orden de matar a la vista revela hasta qué punto la crisis migratoria y la violencia urbana se entrelazan en Chicago.
Mientras las autoridades federales intensifican sus operativos, las pandillas responden con amenazas cada vez más directas, poniendo en riesgo tanto a los agentes como a las comunidades latinas que ya viven bajo miedo y desconfianza.
El desafío para las autoridades será contener esta escalada sin agravar el clima de tensión que hoy domina las calles.