El mercado inmobiliario estadounidense atraviesa uno de sus momentos más tensos de la última década.

Ante el encarecimiento de los créditos hipotecarios y la escasez de compradores, muchos propietarios se han visto obligados a reducir el precio de sus inmuebles o a retirarlos del mercado.

Analistas prevén que esta tendencia podría intensificarse en los próximos meses, afectando el patrimonio de millones de familias y poniendo en riesgo la estabilidad del sector.

En búsqueda de alternativas en el mercado inmobiliario

Durante muchos años, el incremento en los precios de los inmuebles y la baja oferta disponible permitieron a los propietarios negociar desde una posición ventajosa. Sin embargo, la brusca reducción de la demanda, la incertidumbre económica y el aumento de opciones para los potenciales compradores han cambiado el panorama.

De acuerdo con reportes de la agencia Associated Press, en el sur y el oeste del país los propietarios buscan alternativas para concretar las ventas. Por ello, han recurrido a la reducción de precios, a subsidios para disminuir las tasas hipotecarias o a la cobertura de gastos de cierre y reparaciones.

En ciudades como Austin, Miami, Chicago, Los Ángeles y Denver, los precios de las viviendas superan ampliamente los ingresos de los hogares, lo que dificulta el acceso a la compra de vivienda.

El precio mediano de las viviendas en Estados Unidos alcanzó en julio los 439.450 dólares, según datos de Realtor.com. No obstante, esta cifra está muy por encima de los 298.000 dólares que una familia con ingresos medios puede costear, incluso aportando un anticipo del 20 % y asumiendo una hipoteca a 30 años con una tasa fija del 6,74 %.

La reducción brusca de la demanda, la incertidumbre económica y el aumento de opciones para los potenciales compradores han puesto difícil el mercado inmobiliario para quienes quieren vender. Getty Images | Foto: Getty Images

Como resultado, siete de cada diez potenciales compradores quedan excluidos del mercado, advierte el informe.

Por otra parte, estados como Texas se enfrentan a otro problema. Los dueños de vivienda deben competir con una serie de nuevas construcciones, lo que hace que la oferta sea muy amplia para quienes quieren comprar.

Las expectativas sobre una baja en las tasas de interés hipotecario mantiene la incertidumbre en el mercado, pues aunque la Reserva Federal puede reducir tipos de corto plazo, las hipotecas suelen fijarse según los bonos del Tesoro a 10 años, lo que limita el efecto inmediato de un recorte alrededor de este aspecto

Algunos han decidido retirar sus ofertas antes de tener que aceptar rebajas excesivas.

Los datos de Realtor.com muestran que la brecha entre lo que las familias pueden pagar y los precios que exigen los vendedores no deja de crecer.

Ante esta presión, muchos propietarios se han visto obligados a elegir entre reducir considerablemente el valor de sus inmuebles o retirarlos del mercado, a la espera de condiciones comerciales más favorables.