Los avances de la ciencia han ayudado a mejorar la calidad de vida de muchas personas alrededor del mundo, desde un simple tratamiento, como la ortodoncia, hasta prótesis muy complejas que ayudan a recobrar los movimientos cotidianos necesarios para valerse por sí mismo, como caminar y levantar cosas.

Un hecho ha acaparado la atención de la comunidad científica en Estados Unidos, debido a que una mujer que no había podido hablar durante 18 años, luego de que resultara afectada por un derrame cerebral que la paralizó, pudo recobrar esta capacidad gracias a la inteligencia artificial.

Ann Johnson, de 48 años, ha sido la protagonista de esta historia, descrita por muchos como un milagro, quien a los 30 años sufrió una lesión en el cerebro, la cual le afectó algunas capacidades, entre ellas el habla. No obstante, con los avances científicos, pudo volver a expresar sonidos a través de su boca.

¿Cómo lo lograron?

El novedoso procedimiento, basado en la inteligencia artificial, utiliza una serie de 253 electrodos, los cuales fueron implantados en el cerebro de la mujer y conectados a un banco de computadoras por medio de un pequeño puerto conectado a su cabeza, relató el New York Post.

Los avances médicos cada vez evolucionan de una manera más acelerada. | Foto: Getty Images / David Sacks

Estos electrodos, los cuales cubren el área del cerebro donde se procesa el habla, captan las señales cerebrales y las envían a las computadoras, que a su vez generan un avatar el cual representa a Johnson.

Este avatar, elegido por la mujer, puede decir lo que Johnson está pensando, al utilizar una copia de su voz grabada hace años durante la celebración de su matrimonio. Asimismo, este avatar también parpadea y realiza gestos como sonrisas y cejas levantadas, lo que llena al personaje virtual de más realismo.

Los promotores del ‘milagro’

Para que Johnson, una docente de matemáticas de secundaria, quien también se desempeñaba como entrenadora de voleibol y baloncesto en la provincia canadiense de Saskatchewan, pudiera hablar de nuevo, fue necesario que un grupo de investigadores trabajara en conjunto para cumplir esta meta.

El presidente de cirugía neurológica de la Universidad de California en San Francisco, Edward Chang, expresó para el New York Times que los procedimientos que él y su equipo realizan tienen como finalidad restaurar a las personas y generarles mejores oportunidades de vida a través de los avances científicos.

“Estos avances nos acercan mucho más a hacer de esta una solución real para los pacientes”, asevero Chang, añadiendo para la agencia SWNS que “nuestro objetivo es restaurar una forma de comunicación plena y encarnada, que es realmente la forma más natural para nosotros de hablar con los demás”.

La inteligencia artificial ha ayudado a desarrollar herramientas que permiten mejorar la calidad de vida de miles de personas. | Foto: Jizai-arms

El doctor Chang ha estado trabajando, junto con su equipo de trabajo en la interfaz cerebro-computadora por más de 10 años. Se espera que esta novedosa técnica de electrodos sea base de un sistema que permita crear voz a partir de señales cerebrales en un futuro a corto plazo.

Sean Metzger, quien desarrolló el decodificador en el Programa conjunto de Bioingeniería de UC Berkeley y UCSF, dijo a South West News Service que la “precisión, velocidad y vocabulario del programa son cruciales” enfatizando que el invento “Es lo que le da al usuario la posibilidad, con el tiempo, de comunicarse casi tan rápido como lo hacemos nosotros y de tener conversaciones mucho más naturalistas y normales”.

De acuerdo con el NYP, el equipo trabaja actualmente en desarrollar una versión inalámbrica para que el usuario no deba estar conectado físicamente a las computadoras.

Muchas personas aún desconfían del potencial de la inteligencia artificial. | Foto: PeterCade

Johnson, quien estuvo casada durante dos años y era madre de dos hijos cuando la dejó paralítica, expresó a medios locales, utilizando la herramienta tecnológica, que “no poder abrazar y besar a mis hijos me dolió mucho, pero era mi realidad”. La mujer sigue asistiendo a terapias de rehabilitación, las cuales le han ayudado a recobrar el movimiento de la cara y a consumir alimentos sin necesidad de una sonda.