Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para restringir las ayudas humanitarias que ofrece este país a naciones en conflicto, desplazamiento, entre otras problemáticas.

Esto ha afectado a decenas de ONG´s que ofrecen programas de ayuda a quienes lo necesitan. De acuerdo con Naciones Unidas, En 2024, 300 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria.

A finales de junio de 2024, había más de 122 millones de desplazados forzados en todo el mundo debido a persecuciones, conflictos, violencia, violaciones de los derechos humanos o acontecimientos que perturban gravemente el orden público, según ACNUR.

En este sentido, Humanity & Inclusion, que en 2024, HI llegó a más de 2,5 millones de personas, sin embargo, la actual pausa en las actividades financiadas por US ha detenido servicios críticos. La congelación y posible cancelación de la financiación estadounidense afecta a 37 proyectos dirigidos por HI, lo que puede afectar a unos 225.000 de nuestros beneficiarios e indirectamente a más de 4 millones de personas en el mundo.

También afecta a cientos de nuestros empleados cuyas actividades se paralizan, así como a 380 de nuestros socios locales, incluidas 150 organizaciones de personas con discapacidad y organizaciones de base comunitaria. Estas cifras datan de febrero de 2025 y pueden cambiar en las próximas semanas y meses.

La Orden Ejecutiva del presidente Trump puso en pausa las nuevas obligaciones de ayuda exterior para su revisión, pero las posteriores órdenes de suspensión y paralización de obras fueron más allá, congelando o deteniendo respectivamente la mayoría de los proyectos existentes financiados por US. Esto incluye proyectos críticos como el acceso a agua potable, refugio para migrantes, educación o tratamiento de enfermedades. Tras el periodo de revisión de 90 días, el riesgo es que muchos proyectos no se reanuden y sean cancelados.

Ayuda internacional de Estados Unidos | Foto: getty

La pausa perturba inevitablemente la atención médica de urgencia, los cuidados de rehabilitación y fisioterapia, los servicios de salud mental y otros. En muchos casos, las ONG internacionales trabajan directamente con los proveedores médicos locales para ofrecerles formación, capacitación, suministros médicos y mucho más.

En la actualidad, la congelación de fondos anunciada por la administración Trump afecta aproximadamente al 20% del volumen global de operaciones de HI en el mundo. Durante años, HI se ha asociado con el gobierno estadounidense para apoyar a las personas con discapacidad durante la paz, los conflictos y los desastres. Lo que complica aún más las cuestiones presupuestarias es la falta de pagos por el trabajo completado antes de la pausa en la financiación y la falta de claridad sobre cuándo se procesarán los pagos.

La ayuda exterior representa menos del 1% del presupuesto federal estadounidense, pero estas actividades humanitarias y de desarrollo contribuyen en gran medida a fomentar la paz en zonas de conflicto, a impulsar el desarrollo en países afectados por la pobreza y a crear un entorno más sano y seguro para todos. Todo ello contribuye a una sociedad más estable y próspera y puede ofrecer más oportunidades en el país.

La congelación de fondos afecta gravemente a estas personas y amenaza con socavar décadas de progreso en materia de derechos de las personas con discapacidad e inclusión en todo el mundo. En la actualidad, 7 sectores de HI se han visto afectados: reducción de la violencia armada, reducción del riesgo de desastres, adaptación al cambio climático, salud mental, apoyo psicosocial, salud y derechos sexuales y reproductivos.