El coronel Benjamín Núñez, excomandante operativo de la Policía en el departamento de Sucre e implicado en asesinato de tres jóvenes en esa zona del país, fue trasladado por razones de seguridad, como lo solicitó su defensa y las víctimas, a una cárcel de máxima seguridad, que para este caso resultó ser la cárcel de Picañela en Ibagué.

Núñez fue judicializado por tres delitos: homicidio, manipulación o alteración de elemento material probatorio y privación ilegal de la libertad. No aceptó cargos, pero anticipó que buscaría un acuerdo con la Fiscalía de cara a una eventual negociación, que podría incluir una aceptación de cargos.

En horas de la mañana, un grupo de Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía se encargó de su traslado a la cárcel La Picota, donde permanecerá mientras avanza el proceso en su contra y como parte de la medida de aseguramiento que impuso un juez tras advertir que efectivamente representa un riesgo para el proceso, las víctimas y la sociedad.

Para el fiscal del caso no hay duda de la presunta responsabilidad que tendría el coronel Núñez en el asesinato de Carlos Alberto Ibáñez, Jesús David Díaz Monterroza y José Carlos Arévalo. Además, las declaraciones de otros uniformados y las pruebas que están en el proceso lo dejarían en la escena del crimen que, para este caso, es el platón de la camioneta en la que movilizaban a las víctimas y donde estaba el oficial.

“Los capturaron, sin oponer resistencia, son golpeados por ustedes para ese momento funcionarios de la Policía… Ustedes piden mediante el uso de radio, apoyo. Llegan otros funcionarios y contrario a garantizar la seguridad, los golpean al relacionarlos con la muerte del patrullero Díaz, causaron padecimientos innecesarios”, dijo el fiscal en la audiencia de imputación.

Durante las audiencias preliminares, el coronel Benjamín Núñez advirtió que estaría en un proceso de negociación con la Fiscalía y, por tanto, no aceptó a los cargos que fueron imputados por el ente acusador y que lo dejaron como responsable del asesinato a sangre fría de los tres jóvenes en el departamento de sucre y durante un operativo de la Policía.

“La verdad yo quiero estar en mis cinco sentidos, apenas me comí una ensalada de frutas, estoy pendiente de que suspenda para poder ir al baño, la verdad me siento cansado y usted reconsidera, déjeme descansar por favor”, dijo el coronel Núñez al juez tras pedir el uso de la palabra durante la audiencia.

El entonces comandante operativo de la Policía en el departamento de Sucre incluso advirtió, durante la audiencia de imputación de cargos que estaba dispuesto a contar la verdad, no se refirió específicamente a qué clase de verdad o cuáles serían las condiciones de esa revelación, pero lo dejó sentado tras insistir que buscaría un acuerdo con el ente acusador.

“Déjeme descansar por favor, créame que si yo me presento acá es porque quiero decir la verdad, quiero contar la verdad, yo no me voy a ir, estoy aquí bajo la tutoría de la misma Fiscalía, no hay necesidad de correr en este proceso”, dijo el coronel Núñez.

Finalmente, la Fiscalía completó las audiencias donde solicitó una medida de aseguramiento en centro carcelario, que ahora se cumple con ese traslado a Picaleña, en Ibagué. Las víctimas insistieron al juez en la necesidad de una cárcel de máxima seguridad, mientras aseguran que la influencia que puede tener el oficial en las autoridades penitenciarias podría dejarle ciertos beneficios que otros internos no tienen.