Momentos de pánico se vivieron este martes primero de noviembre cuando un avión Cessna tipo TU206G, de matrícula HK 3072, que cubría la ruta La Macarena – Villavicencio, se accidentó en inmediaciones del río Guayabero.

De acuerdo con la Aeronáutica Civil, en la aeronave viajaban cuatro personas: un piloto y tres pasajeros, quienes resultaron heridos, pero ninguno sin gravedad; aun así, fueron trasladados a un centro asistencial para recibir atención médica.

La emergencia fue atendida por unidades de la Fuerza Aérea Colombiana, la Cruz Roja Colombiana y la Defensa Civil.

El accidente, al parecer, se debió a fallas mecánicas en la aeronave. Sin embargo, un equipo de la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes se desplaza al lugar de los hechos para recoger evidencias que permitan determinar las causas exactas del accidente.

En un video quedó captado el momento exacto en el que aeronave buscaba aterrizar, pero el piloto, al parecer, perdió el control y la avioneta terminó accidentándose.

Avioneta se salió de la pista en el aeropuerto de Santa Marta

Los accidentes con avionetas han sido frecuentes en el país en los últimos días.

A mediados de octubre se presentó una tragedia en la ciudad de Santa Marta por el siniestro de una avioneta que se salió de la pista del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar y terminó acabando con la vida de un menor de tres años.

La aeronave se salió de la pista en pleno despegue, llegando hasta las playas cercanas del aeropuerto.

Avioneta | Foto: Avioneta

La aeronave llevaba seis personas, dos tripulantes y cuatro pasajeros, entre los que se encontraba una menor de edad. La aeronave de matrícula HK-5342-G habría presentado fallas en una de las llantas.

Días después se conoció que Milton Cabeza Peñaranda, un reconocido empresario de la aviación en el país, sería el dueño del avión tipo SF50 Cirrus y en ese momento era el copiloto de aquel vuelo que salió cerca de las 11:00 de la mañana del aeropuerto.

Abordo de su avión Mera Way Industries Inc, y explotado por Panamerican Training Center, iba su familia con rumbo a la ciudad de Bogotá. “Su esposa, Rosario Martínez; su hijo menor, Miguel Ángel Cabezas, y su nieta Ana María. Así como la niñera, Sandra Páez, y Camila Ustaris, hija de la niñera”, indicó el diario El tiempo.

El hecho aún es materia de investigación por parte de la Aeronáutica civil, pues tanto los papeles del piloto como los de la aeronave estaban en regla.

Sin embargo, la aseguradora a la que pertenece la avioneta evaluó el caso y ofreció un pago de cinco millones de dólares para resarcir el daño causado por los hechos.

El piloto de la aeronave, en el momento del siniestro y de quien no se tenían mayores datos, fue identificado como Carlos Malaver, y en un primer momento se hablaba incluso de su desaparición después del accidente.

Un testigo del hecho y quien lo ayudó a salir de la aeronave le contó a SEMANA que lo tomó de la mano mientras quedó como “en shock” tras el accidente y para bajarlo le gritó en varias ocasiones que la avioneta se prendería en llamas.

“Cuando yo saqué al copiloto, el piloto estaba pálido, estaba así como nervioso, como que él no sabía lo que había sucedido. La demora para auxiliar a las personas fue de él porque se quedó como mirando lejos, con algún pensamiento me imagino de lo que había pasado. Estaba como shock, lo tomé de la mano y le dije: vamos, vamos, que la avioneta se va a prender. Lo senté en una silla afuera y duró ahí como cinco minutos”, contó el testigo.

Según el testigo, el piloto no tenía heridas físicamente, sin embargo, mencionó que parecía tener “un problema mental por lo ocurrido”. Además del piloto, el hombre auxilió a seis personas más, que se concluye que serían los familiares del dueño de la aeronave.