La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá deberá definir si la jueza 55 de conocimiento de Bogotá es la competente para conocer el proceso que se adelanta contra Jhonier Leal por su presunta participación y responsabilidad en el crimen de su hermano, el reconocido estilista Mauricio Leal y su madre, Marleny Hernández, cuyos cuerpos sin vida aparecieron el 21 de noviembre de 2021 en la casa que habitaban en el municipio de La Calera, Cundinamarca.

Pese a que la funcionaria judicial rechazó la recusación hecha por el abogado Elmer Montaña, quien defiende a los familiares de Marleny Hernández, determinó que debe ser “su superior funcionar” el que defina la procedencia de la recusación. Debido a esto, la acusación contra Jhonier quedó suspendida hasta que no se resuelva de fondo la petición realizada este viernes por el abogado Montaña.

El jurista indicó que ante este mismo despacho judicial la Fiscalía General había presentado el preacuerdo que había firmado con Leal, el cual no se pudo avalar, ya que el procesado -en un hecho sin precedentes- se retractó y manifestó su intención de demostrar su inocencia en un juicio oral. Para el abogado de víctimas la jueza tuvo conocimiento de los hechos por lo que, según la ley, debe declararse impedida.

“Claro que sí hubo intervención en el proceso que en vista de la retractación de Jhonnier Leal, la decisión de la juez fue declarar el fracaso de ese preacuerdo y no le pudo declarar la legalidad o no, o sea que si una intervención efectiva dentro del caso”, argumentó. Sin embargo, la jueza no aceptó estos argumentos indicando que no hizo un pronunciamiento o evaluación de fondo frente a los mismos.

“Si bien es cierto que esta funcionaria tuvo acceso a los elementos materiales de prueba con lo que la Fiscalía pretendió allegar el preacuerdo los mismos no fueron base para la emisión de una decisión, la cual se truncó ante la retractación del señor Jhonier Leal”, precisó la jueza. Esto motivó a que la Fiscalía General retirara el preacuerdo antes de que se emitiera un pronunciamiento de fondo.

El fiscal Mario Burgos iba a presentar este viernes el escrito de acusación contra Jhonier Leal por los delitos de homicidio agravado y manipulación o alteración de elemento material probatorio. En el documento se pide la imposición de la máxima pena, es decir, 60 años de prisión por la gravedad de los hechos y la sevicia con los que lo cometió.

En la noche del 21 de noviembre de 2021, las cámaras de seguridad de la portería, del conjunto y de la vivienda registran el ingreso de Jhonier a las 11:37 p. m. Dentro de la casa estaban Mauricio y su madre en actividades propias de ocio y entretenimiento. El estilista le había enviado un audio a su hermano para pedirle que le comprara unas galletas.

“De acuerdo con lo anterior, se pudo establecer que el señor Jhonier Rodolfo Hernández tuvo tiempo suficiente para atacar con un cuchillo a su señora madre, Marleny Hernández Tabares, en su habitación y causar de manera instantánea la muerte, y luego desplazarse hasta la habitación de su hermano Mauricio donde lo pone en estado de indefensión”, precisa la acusación.

Para llegar a esta conclusión, se evaluaron las pruebas forenses que señalan que el cuerpo del estilista presentaba varios golpes en todo su cuerpo y rostro. Acto seguido, “lo intimida con un cuchillo (punzadas) con el fin de hacerle elaborar y firmar una carta que decía: ‘Los amo. Perdóname, no aguanto más; a mis sobrinos, hermanos dejo todo con todo mi amor -firma Mauricio- perdóname mama 1124″ [sic].

Las pruebas toxicológicas reseñan que Mauricio fue obligado por su propio hermano a ingerir nueve pastillas de zopiclona (un medicamento para el sueño) y “le causa cuatro puñaladas, con tan mala fortuna que la hoja del cuchillo queda al interior del cuerpo y se desprende la cacha, quedando esta debajo de la almohada, para acto seguido, dirigirse a la cocina por otro cuchillo y con crueldad excesiva, lo vuelve a atacar para acabar con la vida de su hermano”.

Después de esto, realiza todas las acciones para modificar la escena del crimen, sacando los elementos de lencería y otros de la residencia. “Trasladando el cuerpo de la madre Marleny del tercer subnivel a la habitación de Mauricio teletransportando la evidencia, es decir (utilizando guantes) con el fin de hacer parecer que se trataba de un homicidio suicidio, con la mala fortuna que fue encontrada sangre del señor Jhonier Rodolfo Leal en la toalla del baño de su habitación” y otras muestras de material genético en varias partes de la casa, incluso en el trapero con el que intentó limpiar toda la evidencia.

“Como quedó demostrado que la escena fue alterada al ocultarse la evidencia por parte del señor Jhonier Leal Hernández, utilizando guantes y hacer parecer que se trataba de un suicidio la muerte de Mauricio Leal. Se observó por parte de las empleadas de la casa que varias cosas no estaban en su lugar habitual y otras no se encontraban, como cobijas reemplazadas por otras nuevas”, aclara.

Con esta evidencia, y el dicho de las personas que colaboraran con el aseo, se indica que la única persona que podía moverse con toda libertad por la casa era Jhonier, puesto que llevaba varios meses viviendo en la casa, puesto que se estaba separando de su esposa. “(…) la única persona que mantuvo contacto con su madre y su hermano fue el señor Jhonier Rodolfo Hernández, quien les produjo la muerte y no conforme con ello, sin existir ningún motivo, colocó a las víctimas en estado de indefensión flagrante dentro de su zona de confort”.

Posteriormente, sale de la vivienda, en la tarde del 22 de noviembre y, en las horas de la noche, vuelve a aparecer en compañía de Jair Rodríguez –el conductor de Mauricio y una de sus personas de confianza-. En ese momento el ahora acusado ingresa a la casa y grita: “Mao, ¿qué hiciste?”, llamando la atención del conductor para alertarle por la tragedia que estaba frente a sus ojos.

Para la Fiscalía General, Jhonier “sabía que cometer o realizar conductas estaba prohibido por la ley y, aun así, decidió desplegar esta conducta, lesionando con ello los bienes jurídicos tutelados”.