Desde hace más de 20 años se ha librado un intenso debate sobre el uso de la pólvora en Colombia. Sin embargo, aún se encuentran vacíos legales respecto a la restricción del uso, fabricación, manipulación, transporte, almacenamiento, comercialización, compra, venta y expendio de pólvora y productos pirotécnicos.

Actualmente existe una ley de pólvora, pero desde su entrada en vigor su implementación se ha visto torpedeada por fallas en el diseño de esta. Por ejemplo, otorgó la potestad a que cada alcalde en su ente territorial regulara o prohibiera el uso de pólvora, lo que ha generado un sinnúmero de prohibiciones o regulaciones, todas distintas, e incluso hay lugares del país en los que se ha hecho caso omiso del tema.

A pesar de las medidas que se han tomado, el número de afectados con pólvora, especialmente en épocas navideñas, se ha ampliado en los últimos años, incluyendo a muchos menores de edad.

Para combatir este flagelo, el Congreso de la República aprobó en último debate un proyecto de ley que, en esencia, busca restringir el uso de estos elementos solo a personas expertas en su manipulación.

Así mismo, se establecen actividades alternas para quienes viven de oficios relacionados con la pólvora con el fin de desincentivar esta actividad.

El artículo 3 de la iniciativa establece, por ejemplo, que los ministerios de Educación y Trabajo formularán con el Sena “una estrategia de profesionalización, tecnificación del oficio artesanal de pirotécnico, que se fundamente en la capacitación para la realización de actividades de fabricación y diseño de espectáculos de manera segura, de tal forma que se promueva una actividad pirotécnica formal y profesional en el país”.

Adicionalmente, se crea un fondo cuenta que busca proveer recursos destinados a inversión social, con el fin de garantizar la financiación de planes y programas de prevención que busquen sensibilizar a toda la población sobre el peligro del uso, la fabricación, la manipulación, el transporte, el almacenamiento, la comercialización, la compra, la venta y el expendio de pólvora. Además, servirá para brindar atención especializada a víctimas quemadas por artículos pirotécnicos, en cualquier circunstancia, priorizando niños, niñas y adolescentes.

“Esta iniciativa busca proteger de manera especial a los niños y jóvenes del país que, desafortunadamente, han resultado afectados y, en algunos casos, hasta llegan a perder la vida debido a la gravedad de las heridas que la pólvora les provoca”, explicó la representante a la Cámara Norma Hurtado.

La congresista agregó que “lamentablemente, los niños también son afectados por uso de elementos pirotécnicos. Según cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), 6.125 niños y adolescentes resultaron lesionados durante la última década”.

Otro de los puntos clave, como explicó la representante Katherine Miranda, es la generación de alternativas de formalización y tecnificación de la labor del polvorero para que sus ingresos no se vean afectados por la restricción en el uso de estos elementos pirotécnicos.

Finalmente, se establecen multas de entre uno y 200 salarios mínimos (908.526 y 181.705.200 pesos) por incumplir reglamentación técnica contenida en la norma.

La iniciativa, de autoría de las representantes Miranda y Hurtado, queda a la espera de que sea enviada al despacho del presidente Iván Duque para que sea sancionada.