SEMANA accedió al expediente contra Johan Michael García Rojas, conocido con el alias de la Gallina, uno de los máximos jefes de la banda criminal del Tren de Aragua y cuyo caso generó un debate sin precedentes en el interior de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.
En el documento, firmado por el Distrito Judicial del Área Metropolitana de Caracas (Venezuela), se señala que García Rojas es requerido en extradición por los delitos de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, tráfico de armas y municiones, financiamiento al terrorismo y asociación para delinquir agravada.
La historia de la Gallina es corta, pero está marcada por todo tipo de acciones ilegales tanto en Aragua —zona de donde la banda criminal complementó su temido nombre—, así como en el departamento de La Guajira. Sus redes criminales se estaban expandiendo, poco a poco, hasta Ecuador.
Las autoridades judiciales venezolanas, cuyas actuaciones han sido fuertemente cuestionadas, señalan que “en ocasión al procedimiento destacado por efectivos militares adscritos al Grupo Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional Bolivariana del Estado Bolivariano de Aragua, quienes a través de inteligencia táctica” identificaron las actividades ilícitas en contra de comerciantes.
“Mediante información suministrada por personas que no quisieron aportar sus datos de identificación por temor a futuras represalias en su contra o hacia sus familiares, se tuvo conocimiento que los responsables del suceso integran una organización delictiva liderada por su sujeto apodado el Conejo (...), quien dirige la célula criminal perteneciente a la banda delictiva denominada El Tren de Aragua”, amplía la investigación.
Los hechos tienen relación con homicidios, extorsiones, tráfico de armas y municiones, secuestros, sicariatos, robos de vehículos automotores, daños a la propiedad, obstrucción de la libertad de comercio y actos terroristas manteniendo en constante zozobra y alarma pública general a los habitantes del sector Las Tejerías, municipio Santos Michelena, estado de Aragua.
“Se pudo conocer que la actividad que desarrolla esta organización consiste en cometer amenazas de muerte empleando para ello armas de fuego, causando terror en el sector antes indicado y que provoca la muerte de personas con quienes sostienen discusiones por el dominio del sector”, señala la acusación, citando información de la Fiscalía Sexagésima Novena del Ministerio Público de Venezuela.
Uno de los hombres de máxima confianza de alias el Conejo era Johan Michael García Rojas, un hombre que se destacaba por comandar las extorsiones, los secuestros, los atentados contra los civiles y el terrorismo.
“Existen varios visuales que hacen mención a los precitados ciudadanos por lo que cito a continuación: (...) Visual 1, Gallina recibe un pago de ciento cincuenta dólares americanos. (...) Visual 39, hace mención a Negocios e Inversiones señalando haber realizado tres aportes, el primero de ellos por dos mil dólares americanos ($ 2.000) por concepto de 50 libras con Gallina; segundo, por cuatro mil setecientos cinco dólares americanos por concepto de ‘inversión con Gallina’ y el tercero por cuatro mil dólares americanos”, resalta la evidencia.
En la acusación se revelan pruebas técnicas que dejan entrever los “negocios” que hacía la Gallina mediante el tráfico de armas y drogas. “Luego de leer por unos minutos queda en evidencia, que el usuario del dispositivo telefónico objeto de investigación se ha mantenido en comunicación constante y directa con otros individuos involucrados en actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de armas, artefactos explosivos, municiones y sustancias estupefacientes”.
“Motivado a ello, procedo a profundizar en el dictamen pericial a fin de identificar e individualizar a cada uno de los partícipes del hecho que nos ocupa. Obteniendo como resultado que los chats presentes en la aplicación WhatsApp y la galería multimedia del teléfono en mención, exhiben que nos encontramos en presencia de una célula terrorista, por cuanto la gran mayoría del contenido de las conversaciones y registros fílmicos están relacionados a la tenencia, adquisición, transporte, suministro, desarrollo o utilización de armas de fuego, explosivos y drogas”, precisa el documento.
Esta fracción de la banda, según las pruebas, contaba con cien integrantes que estaban siempre listos para “cometer delitos establecidos en diversos ordenamientos jurídicos que generan de manera directa beneficios económicos y de otras índoles a los integrantes respectivos (...) y sus familiares, amigos y conocidos”.
El futuro de la extradición de la Gallina, quien es requerido por el Juzgado Especial Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control con competencia en con sede en el Distrito Judicial del Área Metropolitana de Caracas (Venezuela), quedó en manos del presidente Gustavo Petro, quien en los próximos días definirá si firma, o no, su traslado a Venezuela.