Lo que ocurre en la naturaleza en cualquier parte del mundo está encadenado. Los científicos señalan que, incluso si se corta un árbol en Australia, las repercusiones pueden sentirse en otras latitudes.
Con mayor razón cuando se trata del océano: por muy alejados que estén los países entre sí, los movimientos telúricos pueden impactar zonas costeras situadas a miles de kilómetros.
Lo primero en lo que se piensa cuando tiembla en Japón es en un posible tsunami, pues ese país se encuentra en el llamado “cinturón de fuego del Pacífico”, una región de alta actividad tectónica donde varias placas chocan y generan sismos submarinos. Estos fenómenos son frecuentes, pero cuando alcanzan grandes magnitudes pueden afectar la costa del Pacífico en general.
El efecto más conocido —y también el más temido— es el desplazamiento de grandes volúmenes de agua producido por los movimientos verticales de la corteza.
Por ello, este lunes 8 de diciembre, luego del fuerte sismo ocurrido en la costa norte de Japón, cerca de la región de Sanriku y en las zonas próximas a las prefecturas de Aomori, Iwate y Hokkaido, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) emitió un pronunciamiento.
Según la UNGRD, pese a la magnitud del terremoto —7,6 en la escala de Richter— y a su profundidad de 51 kilómetros, en la costa del Pacífico colombiano, que sería la más relacionada con esa zona del mundo, “no existe riesgo de tsunami”.
Mejor prevenir
Por esta época, muchos colombianos están de viaje, principalmente a las zonas costeras del país. Algunos retornan a sus ciudades de origen, otros simplemente van a conocer o a repetir la experiencia de conocer las playas de esta nación. Por ello, hay que tener en cuenta lo que sucede, para estar alerta.
Un tsunami, por ejemplo, es una serie de olas oceánicas gigantes y poderosas. De tal manera que un terremoto puede causarlo y provocar el desplazamiento masivo y repentino de agua. En general, los tsunamis se dan por actividad en el fondo del mar, pero no dejan de ser provocados por deslizamientos, erupciones volcánicas o impacto de meteoritos.
Con este contexto hay que tener presente que, aunque no hay riesgo de tsunami en la costa Pacífica colombiana, en casos como el del terremoto en Japón, no se descarta que el oleaje esté más fuerte de lo acostumbrado.
Existen algunas playas en el mundo que tienen semáforos, para alertar a los bañistas acerca del riesgo de entrar a ciertas horas, porque la marea está alta. En Colombia no es muy común esa práctica, sino que las mismas personas reaccionan, casi que por instinto, cuando ven el agua demasiado alta en el mar o las olas anegando más la playa de lo acostumbrado. En todo caso, con todas esas circunstancias, y teniendo en cuenta la temporada de vacaciones, mejor tomar las medidas preventivas en las playas.