El tema del arroz, muy cercano a la población tolimense, hizo parte de la intervención del presidente Gustavo Petro en el parque Murillo Toro de Ibagué, donde convocó a los ciudadanos a la plaza pública y en donde se refirió a una diversidad de temas, tanto nacionales como globales.
En la alocución, ante una nutrida asistencia, hizo un anuncio que le pidió volver realidad a la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, a quien le hizo halagos y le anticipó que será “presidenta” cuando él salga, en uno de sus próximos viajes, “donde si me reciben”, expresó, en referencia a la decisión de Estados Unidos de revocarle la visa a ese país.
La ruta del arroz
Se trata de hacer en Colombia la ruta del arroz, así como China tiene la de la seda, según mencionó. “Si hay sobreoferta y se baja el precio, nuestro destino es exportar. Exportar cereales, no venenos”, dijo en referencia al petróleo, el carbón y la coca. “Colombia puede alimentar a parte del mundo”, expresó.
El jefe del Estado se refería a la situación que ha tenido el arroz en Colombia, de manera recurrente, pues en la época de una cosecha grande, la sobreoferta pone contra las cuerdas a los productores y, en esas temporadas, terminan produciendo a pérdidas.
“Si la oferta de arroz es mayor que la demanda, podemos exportar. Entonces, hagamos la ruta del arroz”, propuso.
En ese contexto, habló de dos departamentos arroceros: “Primero el Huila y después el Tolima”, donde más se ha disminuido la pobreza, lo que atribuyó a la agricultura, que es una de las ramas de la economía por la que ha apostado el Gobierno, como alternativa a la industria del petróleo y gas, de la cual depende la mayor parte de los ingresos de Colombia.
Según sus cuentas, la región que ha disminuido la pobreza en 8,6 % es Ibagué y Neiva, y todo se le debe al campo, argumentó Petro en la plaza pública. “Volvimos a lograr que la semilla en la tierra produzca alimentos”, explicó a la multitud.
Llamado a la asociatividad
Petro se dirigió a los productores de arroz que, entre otras, durante este año ya estuvieron en paro, porque les sobraba el producto y no había forma de almacenarlo. Los agricultores le venden directo a las molineras, que son las que trillan el arroz verde y lo vuelven blanco, previo a ponerlo a disposición del consumidor.
De esa manera, insistió en su propuesta de asociatividad, tanto de los pequeños, medianos y grandes productores, para ser dueños de los molinos.
Hay que recordar que la ruta de la seda, de China, implica conectividades terrestres y marítimas encaminadas a mantener una logística para la promoción del comercio. En ella, participan 146 países, y Colombia adhirió en mayo de 2025.