Una campaña sucia en toda su extensión que incluso intentó presentar a Fico como un depravado, por quienes las mujeres no deberían votar, ni confiar sus hijos, ni confiar a sus padres. Violencia verbal y estratégica, en toda su extensión, cuando el debate debería estar apuntando más bien a la paz social y a los debates de alto calibre político que el país agradecería.

Pero esto ya se fue así, nos tocará mirar hacia otras latitudes para encontrar temas de Estado. Por ejemplo, el que se abre en Estados Unidos ante la urgencia de tomar medidas para el control de la venta de armas.

Ahora resulta que la violencia doméstica es distintamente sancionada si la persona está casada, caso en el cual se le restringe la tenencia de armas, que si está soltera. Y que los enfermos mentales de todas maneras no pueden comprar armas.

Es increíble que sea tan difícil en Estados Unidos llegar a una legislación que impida que mañana se vuelva a aparecer en un colegio un joven disparando a diestra y siniestra; pero volverá a suceder, porque en Estados Unidos las armas no solo son un tremendo negocio, sino una profunda ideología.