En Bogotá, para fortuna de muchos, el afamado y legendario Tren de la Sabana continúa operando a lo largo de los años. Su recorrido abarca gran parte de Bogotá y la sabana de Cundinamarca.

Estación de tren de La Sabana en Usaquén. | Foto: Guillermo Torres - Semana.

En la página oficial registra que los precios (que cubren la ruta Bogotá-Zipaquirá-Bogotá) son:

  • Adulto (13-59 años) $70.000
  • Adulto mayor (> 60 años) $65.000
  • Niño (3-12 años) $65.000

Este valor es en (COP) pesos colombianos y se compran en efectivo (es decir, no se recibe tarjeta, Nequi, DaviPlata u otro tipo de pago). Niños de brazos menores de 3 años no pagan. No incluye ningún tipo de alimentación, entradas a la Catedral de Sal de Zipaquirá, indican. Sin embargo, para extranjeros las tarifas aumentan.

En diciembre se tiene todo listo para que los bogotanos disfruten del tren navideño de la sabana. La ruta inicia en el Centro Comercial Gran Estación. | Foto: Tomado del Twitter @HistoriaFotBog

Horario

Recorrido desde la Estación de Usaquén (9 a. m., generalmente) hasta la Estación de Zipaquirá dura 1 hora 30 minutos.

Y para el regreso desde la Estación de Zipaquirá, sobre las 3 p. m., hasta la Estación de Usaquén, nuevamente 1 hora 30 minutos de recorrido. Aquí se hace una escala de aproximadamente 5 minutos y se retoma el camino sobre las 4:50 p. m.

Para llegar finalmente a la Estación de la Sabana sobre las 5:35 p. m., antes que se haya ocultado el sol en la capital de Colombia.

El Tren Turístico de la Sabana emplea a 82 personas e impacta en el desarrollo de la economía de los municipios a los que llega.

Historia de las estaciones

La Estación de la Sabana de Bogotá “es una construcción de estilo neoclásico, sede de la estación central del Ferrocarril de la sabana de Bogotá y de los Ferrocarriles Nacionales de Colombia (FNC). Fue inaugurada el 20 de julio de 1917, durante el gobierno de José Vicente Concha”, registra la web oficial.

“Debido al deterioro del sector y la decadencia del Ferrocarril de la Sabana, compañía operadora que desapareció en 1991, el edificio ha sufrido toda una serie de daños. En la actualidad, aunque no cumple con su función de central de transporte férreo de la ciudad, la recuperación del edificio se encuentra incluida en el plan de renovación urbana del sector”, añade.

La Estación de Zipaquirá, “en 1926 mientras el general Pedro Nel Ospina era presidente de la República, comenzó la construcción con un estilo neoclásico francés de la edificación conocida como la estación Tres Esquinas, parte del trayecto hacia el norte del Ferrocarril de la Sabana; el 8 de diciembre de 1927 fue inaugurada con la presencia de varios funcionarios del Gobierno, con bombos y platillos, pues marcaba el punto de partida para el progreso de la ciudad”, indican.

Detrás del edificio donde despachaban los tiquetes de tren, en la antigua Estación de la Sabana, está el taller donde reparan las locomotoras del tren. Los mecánicos trabajan a diario reparando la carrocería vieja y restaurando máquinas que llevan más de 30 años carcomidas por el óxido.

Así, “con el apoyo de la Secretaría y el Ministerio de Cultura, esta estación formará parte fundamental de un proyecto que busca unir a Facatativá, Bogotá y Zipaquirá, con las vías férreas, trazando tres rutas distintas; la primera etapa que será desde la capital hasta Facatativá, la segunda que busca unir a Bogotá con Zipaquirá y la última que unirá a Zipaquirá directamente con Facatativá sin pasar por Bogotá”.

“Sin duda la reinauguración de la estación de Tres Esquinas representa el gran esfuerzo de los funcionarios zipaquireños por preservar la cultura y los monumentos más representativos de la región, además da la oportunidad de nuevos empleos no solo con la restauración, sino también con los futuros locales comerciales y de venta de pases para el tren”, concluyen basados en el portal Enzipaquira.