La esposa del conductor, que fue agredido por una multitud tras atropellar a varios motociclistas, publicó en sus redes sociales una historia con una foto de la pareja y el breve mensaje: “Te llevaste mi vida, amor mío”. Esa publicación se convirtió en uno de los pocos elementos íntimos que han dado rostro humano a una noticia que, hasta ahora, ha estado marcada por la violencia y las versiones sobre lo ocurrido.
Todo sucedió en la noche del 11 de noviembre en la zona cercana a la avenida 68 con la avenida Las Américas, en la localidad de Kennedy. Testigos y videos difundidos en redes mostraron a la camioneta de color azul realizando maniobras que habrían arrollado a varios motociclistas.
Eso provocó una persecución por varias cuadras hasta que el vehículo quedó cercado frente a un conjunto residencial, donde fue sacado del carro y golpeado por un grupo de motorizados. El hombre fue trasladado por las autoridades a un centro médico; allí falleció minutos después por la gravedad de las heridas.
La familia ha pedido cautela al interpretar los hechos. Un sobrino del hombre le dijo a Noticias Caracol que el conductor sufría episodios de ansiedad y agresividad y que había estado internado previamente por esos problemas. Según ese testimonio, la noche en cuestión la familia intentó evitar que saliera en el vehículo y no pudo quitarle las llaves. La versión familiar también niega que el hombre estuviera en estado de embriaguez al momento del incidente.
Además, según el mismo relato, la pareja habría llamado a la Policía para pedir ayuda y solicitar que su esposo fuera internado, porque presentaba cambios en su comportamiento. La familia describe esa llamada como una petición urgente de atención por problemas de salud mental y conducta.
Quienes estuvieron en la tragedia y vieron los videos dicen —en su mayoría— que el conductor estaba en estado de embriaguez y que esa habría sido la razón de la persecución y de la reacción de la comunidad. Ante esa hipótesis, las autoridades han señalado que serán los exámenes forenses los que determinen si había presencia de alcohol o sustancias en su organismo.
Por otro lado, los registros de movilidad y de sanciones indican que el conductor tenía comparendos y multas acumuladas por un valor que supera los dos millones de pesos. Esos antecedentes administrativos aparecen en los sistemas de tránsito, pero no implican responsabilidad penal por los hechos que terminaron en la agresión mortal.