En un hecho inusual por su velocidad y alcance territorial, 1471 habitantes de nueve municipios del Suroeste antioqueño enviaron una carta a la Agencia Nacional de Minería y al Ministerio de Minas y Energía para expresar su respaldo al proyecto minero Quebradona, adelantado por la multinacional AngloGold Ashanti en jurisdicción de Jericó. Las firmas, recogidas en apenas 72 horas, fueron aportadas por ciudadanos de Támesis, Fredonia, Jericó, Tarso, Pueblorrico, La Pintada, Valparaíso, Caramanta y Santa Bárbara.
En la comunicación, los firmantes señalan que la región necesita decisiones técnicas y transparentes frente al futuro del proyecto, que desde hace varios años se encuentra a la espera de los pronunciamientos definitivos de la autoridad ambiental y minera. Según expresaron, su intención es mostrar que en el territorio hay voces ciudadanas que ven en la iniciativa una oportunidad de empleo, inversión social y dinamización económica en una zona históricamente rezagada.
De acuerdo con la carta, la recolección de apoyos fue liderada por habitantes de los mismos municipios, quienes se movilizaron para reunir firmas tanto en área urbana como rural. El documento, organizado y enviado al Gobierno Nacional, incluye planillas con nombres, cédulas y procedencias de los participantes, evidencia que —según los voceros comunitarios— “demuestra que sí existe un sector amplio de la población que quiere ser escuchado en medio del debate minero”.
El respaldo ciudadano ocurre en un momento clave para el futuro de Quebradona, cuyo proceso técnico y ambiental continúa en revisión por parte de las autoridades. En la región, la discusión ha estado marcada durante años por posiciones divididas, entre quienes consideran el proyecto una amenaza para el agua y quienes lo ven como una alternativa de desarrollo responsable. La carta busca, precisamente, equilibrar el debate mostrando que no todas las voces se oponen.
Los firmantes pidieron a la Agencia Nacional de Minería y al Ministerio de Minas y Energía tener en cuenta su posición antes de adoptar decisiones definitivas. También solicitaron que el proceso de evaluación mantenga criterios técnicos, verificables y libres de presiones externas.
Aunque el trámite administrativo no depende de manifestaciones ciudadanas, la carta se convierte en un nuevo elemento dentro del mapa político y social del Suroeste antioqueño, donde el proyecto Quebradona sigue siendo uno de los temas más sensibles de la agenda regional.