La muerte de Mauricio Vanoy Bohórquez, desmovilizado del Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia baleado por sicarios el viernes 21 de noviembre en Medellín, no solo ha provocado un cotarro en el bajo mundo, también ha vuelto a revivir viejos temores entre algunos de sus familiares y personas que han conocido sobre las vendettas entre ex integrantes de ese grupo paramilitar.

Mauricio, de 43 años, era sobrino de Ramiro Cuco Vanoy, comandante de ese grupo armado que hoy purga una pena por narcotráfico en una cárcel de Estados Unidos.

Fue baleado por sicarios que lo alcanzaron cuando se movilizaba en un Renault Logan color blanco de placas TJZ058 con una mujer por la carrera 76, a la altura de la quebrada la Iguaná, en el occidente de la capital antioqueña.

Él sufrió un balazo por la parte occipital de su cráneo que le atravesó los huesos y salió por el pómulo izquierdo, según reportes judiciales conocidos por SEMANA.

Debido a la herida, que le provocó la muerte cerebral, fue internado de urgencia en el hospital Pablo Tobón Uribe, en el occidente de Medellín. Sus allegados decidieron retirarle los aparatos que lo mantenían con un pie en este mundo y se confirmó su muerte, según el informe de homicidios de la Secretaría de Seguridad de Medellín, el lunes a las 8:20 p.m., cuando funcionarios forenses realizaron su levantamiento.

A pesar de su vínculo sanguíneo con Cuco Vanoy, fuentes consultadas por SEMANA aseguraron que la distancia entre ambos había crecido no solo por la extradición de su tío el Día de las Madres de 2008, también por los movimientos non sanctos que Mauricio había seguido años después, luego de desmovilizarse.

Ramiro 'Cuco' Vanoy, está preso en una cárcel de baja seguridad en Miami. | Foto: Suministrado a Semana

Tras consultar en informes judiciales, SEMANA conoció que el sobrino de Cuco Vanoy fue acusado formalmente en enero de este año por lavado de activos, en una investigación en la que están investigadas 18 personas más.

“Mauricio (...) conocía que al operar apegado de ilegalidad y encubrir el verdadero origen del dinero representado en activo móvil gravado (oro) más aún a lavar activos y participar como PROVEEDOR, constituía además ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO Y CONCIERTO PARA DELINQUIR AGRAVADO”, dice la acusación según documentos conocidos SEMANA.

Pero hay otro aditamento para este cóctel de información que tiene con los pelos de punta a algunos miembros de la familia Vanoy: el regreso a Colombia recientemente de un exparamilitar que había sido extraditado.

“Algunos miembros de la familia tienen mucho temor”, dijo una fuente consultada por SEMANA.

Ese extraditable es relacionado con una vendetta entre los ‘herederos de Cuco Vanoy’, personas ligadas al crimen que se creían sucesores de su poderío, en la que asesinaron a Nelson Vanoy Murillo, alias Vitamina, hermano del exjefe paramilitar.

El hombre fue ultimado en una finca de Tarazá dos meses después de la extradición de Cuco Vanoy en 2008.

Tres meses después del crimen contra Vitamina, fue ultimado en Tenjo, Cundinamarca, Vladimir, uno de los hijos de Cuco Vanoy, y la vendetta siguió con la muerte de un sobrino en Cúcuta.