El 7 de Febrero de 2007 será un día histórico en la lucha por los derechos humanos y los derechos sexuales en Colombia, la Corte Constitucional ha garantizado los derechos patrimoniales de las parejas homosexuales. A partir de esta fecha se considerarán patrimonio de la pareja los bienes adquiridos en la convivencia si se demuestran dos años de esta.   El fallo fue promovido por la demanda interpuesta por la ONG Colombia Diversa en contra de la Ley 54 de 1990 que reglamenta la unión marital de hecho, en la que se señalaba que la unión libre es la integrada por "un hombre y una mujer"; el ponente del fallo, el magistrado Rodrigo Escobar Gil, logró ocho votos a favor y tan solo uno en contra.   Al declarar inconstitucional dicho aparte las parejas de hombres o de mujeres que comprueben una convivencia de dos años obtendrán los mismos derechos patrimoniales que estaban previstos para las uniones libres heterosexuales, siendo parte de la sociedad patrimonial establecida; los bienes adquiridos durante la unión, serán parte de la sociedad que han establecido.   El alto tribunal no ha aprobado el matrimonio, en tal sentido ha sido enfático al afirmar que esta es una es una atribución que le corresponde al Congreso. La demanda una vez proferida motiva las tradicionales respuestas negativas a los derechos de las personas LGBT por parte de las asociaciones cristianas y de la Conferencia Episcopal Colombiana; instituciones que parecieran no comprender las grandes diferencias existentes entre matrimonio y derechos civiles, hecho que se refleja en las palabras de monseñor Fabián Marulanda, Secretario general del Episcopado, quien advirtió que la preocupación de la iglesia católica es que no se le llame matrimonio a la unión homosexual. Por supuesto cabe destacar el exabrupto cometido por el ex senador Carlos Corsi, de Laicos por Colombia, quien considera que la Corte ha creado un nuevo sexo: el gay.   Como recientemente lo afirmara Carlos Monsiváis, reconocido intelectual y hombre de letras mexicano...."A la intolerancia y a sus instrumentos: las persecuciones, las prohibiciones, la censura se le deben muchos de los encierros específicos de una nación” Monsiváis al referirse a los logros legales obtenidos en Méjico reconoce que se le adjudica el triunfo a los activistas que han promovido esta ley, y que esto es innegable y justo, pero lo histórico del hecho radica en lo antes impensable: la victoria de los activistas se integra al avance social en donde muchos participan, a la lucha contra los prejuicios y sus poderes confesionales y mediáticos.   Recordemos que Colombia diversa estuvo acompañada en esta lucha por diversas organizaciones y personas de la sociedad civil, el respaldo de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes y del mundo académico y que al fallo precede un sinnúmero de fallos en los que se ha hecho evidente la equidad en nuestro país, no solo para la población LGBT sino para los ciudadanos en general.   La lucha por los derechos civiles de las parejas del mismo sexo se inició en Colombia en 1998 con el Proyecto de la senadora Liberal Margarita Londoño, el cual no alcanzó ni siquiera ponencia favorable y los posteriormente interpuestos por la Senadora Piedad Córdoba, de ese mismo partido.   En la Cámara de Representantes sigue su trámite, pendiente de ser incluido en el orden del día de la Comisión Séptima de la misma, el proyecto recientemente discutido en el Senado de la Republica, presentado por el controvertido Senador Araujo, quien según El Tiempo dijo: "El fallo ratifica el compromiso constitucional de nuestra Nación, algo que nosotros también pretendemos por vía legislativa".   El fallo no ha despejado plenamente el sol, solamente el cielo está algo mas descubierto, de ahí la importancia de que la población LGBT siga en la lucha, porque ahora más que nunca se podrán ver con mas claridad las nubes grises que los y las incapaces de reconocernos como sujetos de derechos tratarán de poner en marcha para opacar el poco brillo hasta ahora alcanzado. Basta leer los comentarios a esta y otras notas en los diferentes medios para comprender que el país en que vivimos no es ni tan tolerante ni tan respetuoso como parece.   Avances jurídicos como el fallo de la Corte incrementarán las contradicciones y las formas de violencia podrán hacerse mas sutiles; no quiero ser ave de mal agüero pero la consolidacion plena del movimiento social LGBT y la solidaridad entre los, las, les LGBT deberán acrecentarse para que los luchadores no tengan que huyendo de Colombia y sus sectores derechistas y paramilitares y para que el ejercicio pleno de derechos sea una realidad.